Alrededor de la 1 de la tarde ya está listo. Ha descargado del maltratado bocho la estructura de metal y empieza a armar el puesto en el que cada sábado vende hamburguesas caseras y hotdogs. El auto es de la empresa y lo usan para trasladar todas las cosas.
Cuando termina empieza a limpiar todos los aditamentos que usará a lo largo de la tarde. Luego acomoda cada ingrediente en sitios estratégicos para facilitar la preparación del alimento. Allá está un contenedor con lechuga hidropónica, acá otro con jamón, salchichas y tocino, uno más con jitomates rebanados. También hay catsup, mayonesa, mostaza y picante, sin olvidar el queso, claro está.
Lo primero es mostrar a la gente qué es lo que vende y, además de las cartulinas que ofertan su producto, prepara una para exhibirla sobre la parrilla de metal. Con toda meticulosidad fríe en mantequilla todo lo que debe ser frito, calienta el pan y prepara una hamburguesa cuidando cada detalle porque de la vista nace el amor, todos los sabemos.
Experiencia
Jordan Osorio Salazar es un joven de 25 años que cursó y concluyó estudios técnicos en Electricidad Industrial, actividad a la que se dedicó desde los 18 años con su padre y uno de sus primos, gracias a lo cual ha tenido oportunidad de conocer diversas regiones y estados del país.
“La realidad es que en la escuela no aprendí nada nuevo. Todo lo que querían enseñar ahí ya lo sabía hacer, pero como había que tener un papel que garantizara, pues tuve que hacerla. He aprendido más con mi padre trabajando que en los salones de clase”.
Desde Tijuana a Veracruz, pasando por Aguascalientes, Saltillo, Monterrey, algunos puntos del Estado de México, Pachuca, Juárez y Chihuahua, Jordan ha acumulado conocimiento y experiencia, por eso ha participado en obras de gran envergadura como carreteras, electrificación de naves industriales y demás.
Recuerda que antes de dedicarse en forma a la electricidad industrial, tuvo oportunidad de aprender con sus tíos cosas relacionadas con la mecánica automotriz, en particular en el tema referente a suspensiones, así que cualquiera podría pensar que encontrar un empleo no le resultaría tan difícil, pero la realidad es diferente, sobre todo en un lugar como Hidalgo y en especial la Zona Metropolitana de Pachuca.
“Acá hace falta mucha industria, no es como otros lugares donde hay enormes parques y empresas, acá no. Y es raro porque al ser la capital del estado pues debería haber más, pero no; hasta Sahagún que es más chico tiene más fábricas”.
Aunque no todo ha sido miel sobre hojuelas. Dice haber pasado momentos tristes al estar lejos de su familia. En especial recuerda un diciembre en el que tuvo que trabajar, terminó alrededor de las 8 de la noche y junto con su compañero de cuarto fueron a comprar un pollo y refresco. Esa fue su cena de año nuevo, cuando terminaron de comer cada uno se fue a descansar para volver al trabajo al día siguiente.
¿Y cuáles son los mejores sitios en los que ha trabajado? No duda un segundo al responder: Monterrey y Chihuahua. En el centro del país podría ganar alrededor de mil 500 o hasta 2 mil pesos por semana, pero allá podrían superar 4 mil pesos “y pues sí hay mucha diferencia, aunque es más cara la vida en esas zonas pero se compensa por la cercanía con la frontera y además hay más oportunidades de trabajo”.
Decisiones personales
La vida de Jordan ha sido un constante ir y venir, aunque en los últimos años se ha tranquilizado gracias a Eidan y Connor, sus hijos de 5 años a quienes adora con toda su alma y por los que está dispuesto a todo.
Hasta antes del nacimiento de los gemelos apenas venía a visitar a la familia porque la mayor parte del tiempo laboraba en otros sitios. Ahora las cosas son diferentes: “lo mejor de trabajar en otros lados es la oportunidad que tienes de hacer amigos, conocer otros sitios y comer otras cosas, además gracias a eso aprendí a cocinar. Tuve mis escapadas y me iba a pasear y todo, me tomaba mis cervezas y andaba con los amigos en los antros, pero ahora las cosas son diferentes y prefiero estar con mis hijos”.
Hasta antes de la pandemia las cosas sucedían con relativa facilidad y no había complicaciones para el trabajo.
Un mes antes de que iniciara la emergencia sanitaria le contrataron para trabajar en el norte del país y se fue. Luego vino el covid y la necesidad de estar en casa, con los suyos. Así que volvió con la esperanza de encontrar un empleo acorde a lo que sabe hacer pero eso es un gran problema en Pachuca y su zona metropolitana, no hay trabajo.
Encontró en redes sociales una oportunidad. El anuncio decía que se necesitaba una persona para hacer hamburguesas y lo aceptaron porque además sabe preparar pastas y pizzas, así que cambió las acometidas, los cableados, los transformadores y las canaletas industriales por una cocina y un horno.
A meses de haber iniciado en esta actividad, ha recibido una invitación para ir a trabajar a California en el ramo que conoce a la perfección. Cuenta con su pasaporte vigente y una licencia de chofer, solo le falta arreglar la visa y aceptará la propuesta porque necesita hacer más por los gemelos. La persona que le contrata se hará cargo de todo incluido el transporte y la estadía, es una buena oportunidad, sin duda.