Como parte de las estrategias de sustentabilidad hídrica dentro del estado de Guanajuato, la Comisión Estatal del Agua se encuentra trabajando en una política pública que permita racionalizar el uso de aguas subterráneas con el objetivo de evitar la sobreexplotación de los pozos, principalmente debido a la temporada de estiaje que se prevé para el próximo año.
Si bien actualmente no se registra escasez de agua dentro de la entidad e incluso la presa Solís (la más grande el estado) se encuentra en un 70 por ciento de su capacidad, Francisco García León, titular de la Comisión Estatal del Agua, será entre los meses de enero y mayo cuando comiencen a verse las consecuencias de las escasas lluvias que se han registrado este 2022; por lo que será necesario crear una política que favorezca la sustentabilidad hídrica.
“El problema viene a partir de enero a mayo, es donde vamos a sufrir las consecuencias de una falta de lluvia oportuna. Ahorita el monitor de sequía lo único que nos está diciendo es cómo está lloviendo de manera irregular”, explicó.
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Esto se debe a que, en palabras de Francisco García, cada año que pasa llueve menos que el anterior, pero el consumo de agua es igual o superior al de los años donde la temporada de lluvias es buena. Explicó que, si bien anteriormente solían registrarse 320 mm de lluvia aproximadamente; este 2022 Guanajuato ha sumado solo 160 mm, lo cual comprende la mitad de lo que llovía en años anteriores.
“Dependemos en gran medida de las aguas subterráneas; sin embargo no tenemos un régimen de operación de las aguas subterráneas. Nunca consideramos cuánta agua se infiltró a los acuíferos para poder disponer de ese volumen de agua que se infiltró”, refirió.
Comenta que actualmente, las autoridades estatales se encuentran trabajando en una política pública que, si bien de inicio sería de convencimiento, con la intervención de la Comisión Nacional del Agua y la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, determinaría el uso del agua en sectores como el agrícola y el industrial, así como el de los usuarios de agua potable; esto con base en la cantidad de lluvias y el nivel de los pozos que se registren este año.
“Lo que estamos buscando es definir esta política pública para determinar cuánto volumen de agua llovió y se infiltró para, con base en ese volumen, poder disponer de las aguas”, agregó.
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Explicó que esta medida estará enfocada a las aguas subterráneas, y que con ello se espera evitar la sobreexplotación de los pozos que se encuentran dentro del estado, esto durante el periodo de un año.
“Ahora lo que queremos implementar, por una directriz que nos ha dado claramente el gobernador, de la sustentabilidad hídrica... de tal manera que podamos mantener y mejorar las condiciones de vida sociales, económicas y ambientales.
Necesitamos determinar cuál es el volumen del que podemos disponer anualmente de las aguas subterráneas (…) para emitir una política pública del agua subterránea durante un periodo de un año. Es decir, desde que termina el periodo de lluvias hasta el siguiente año”, refirió.
Se espera que esta política pública permita atender la temporada de estiaje que se prevé para los primeros cinco meses del 2023, pero que también se convierta en una medida preventiva que inhiba el consumo excesivo del agua, de modo que solo se utilice el porcentaje que se encuentre disponible.
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Para ello, actualmente la Comisión Estatal del Agua se encuentra llevando a cabo la piezometría; es decir, monitoreando los niveles de lluvias y de los pozos en el estado.
Posteriormente, será al final de la temporada de lluvias cuando las autoridades se reúnan para, con base en los milímetros registrados, establecer cuál será el porcentaje que del que podrá disponer cada sector; y sería aproximadamente en el mes de noviembre cuando esta política pública podría definirse.
PCQG