Entre pinos, luces y nacimientos ponen sus esperanzas

Historia

María Guadalupe Zapata, de 79 años, y Juan García, de 82, regresaron a su puesto en el lugar como lo habían hecho por más de 50 años hasta que en 2020 se les prohibió acudir ante el alza de contagios por el covid-19

María Guadalupe Zapata, de 79 años, y Juan García, de 82, regresaron a la venta de artículos de Navidad este año. Raúl Palacios
Eduardo Mendieta
Monterrey /

Ya huele a Navidad... y también a mucho pino.

La Feria del Pino volvió a la vida después de que en el 2020 no operó al 100 por ciento por la pandemia del covid-19 y con ello la esperanza de decenas de vendedores que se instalan en el predio de la avenida Morones Prieto y la calle Loma Baja, en la colonia Loma Larga.

Ya vacunados, María Guadalupe Zapata, de 79 años, originaria de Monterrey, y su esposo, Juan García, de 82, de Jalisco, regresaron a vender, para seguir con la tradición que tienen desde hace más de 50 años, pues comenzaron incluso antes que la feria.

“El año pasado, a nosotros los mayores, no nos dejaron trabajar, y este año empezamos a trabajar hace unos días, y primero Dios. Es mucha la necesidad que hay, fue muy triste porque para mucha gente no hubo un mañana (por morir de covid); invitamos a todo el público a que vengan, que estamos listos, que vengan a ayudarnos.
“Ya tenemos 50 años vendiendo, desde antes de que empezara la feria”, dijo doña Guadalupe.

Su esposo complementó de inmediato: “Nosotros nos escondimos hace un año y ya estamos vacunados... hasta contra la rabia, ya nos vacunaron a huevo, aunque yo no quería. Diosito nunca nos ha abandonado”, comentó don Juan.

El escaparate de venta de artículos de Navidad está completamente listo, después de que el año pasado apenas pudo abrir, ya que a algunos de sus vendedores se les prohibió instalarse por el alza de contagios de covid-19.

Ahora las cosas son diferentes, pues los pinos de Canadá, noble o los Douglas esperan ser llevados a casa, con precios que van de los mil 500 hasta 2 mil 500 pesos.

Y aunque todavía falta un mes para Navidad, conforme los días avanzan, las esperanzas de los oferentes por tener ganancias este año se incrementan. 

Aunque en la Feria del Pino no solo hay árboles navideños, los regios también pueden encontrar luces, adornos, figuras decorativas, niños Dios, misterios, animalitos, los nacimientos hechos de madera, yeso, barro y resina, así como las tradicionales nochebuenas.

“Este pino está a 2 mil 500 y este chiquito a 2 mil 300 pesos, éstos vienen de Canadá, el pino noble y Nordam. Del otro lado se encuentran los Douglas están a mil 800, como de 2.30 metros de altura”, señaló el vendedor.
“El otro tipo subieron aproximadamente unos 150 pesos, como este de mil 700 es mediano, es como de 1.70 de altura”, indicó otro de los oferentes.

Independientemente del precio de los diferentes ejemplares de pinos, fue visible observar que varios regiomontanos se llevaron uno, después de que los propios vendedores y auxiliares los ayudan a subirlos en la parte superior de los automóviles.

“Pues no se me hizo tan caro, y lo compré, más o menos es de dos metros de alto, está bueno el pino”, comentó un vecino del poniente de Monterrey

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