En octubre de 2019 Raul López Domínguez fue víctima de un derrame cerebral. Todo el lado derecho de su rostro evidenció lo sucedido, párpado y boca especialmente. Acudió al Seguro Social donde estuvo en terapia intensiva y le llenaron de medicamentos, incluso le hablaron de la posibilidad de pensionarse por cuestiones médicas, pero él rechazó tal propuesta: “me negué a que ese fuera el fin para mí”.
La que ahora califica como su gran ventaja fue que durante ese proceso nunca perdió la consciencia: “mientras estaba en esa situación mi mente estaba trabajando y analizando por qué estaba así, por lo que decidí que tenía que regresar a casa; esa fue una gran lección”.
Este ingeniero de profesión y autodidacta por convicción había descubierto algo poco tiempo antes, cuatro características o manifestaciones en los seres humanos que siempre traen consigo severos problemas de salud: obesidad abdominal, triglicéridos altos, hipertensión y resistencia a la insulina, cuatro factores a los que juntos denominó “síndrome metabólico”, el mismo que surgió en su persona por el exceso de carbohidratos, dormir poco y estrés.
Hoy a sus 51 años, ha retomado la vida que llevaba antes de enfermarse: entrena aikido, no toma nada de medicamentos de farmacia “y como aprendí la lección me discipliné y ya sé qué fue lo que me enfermó y ahora evito ese tipo de alimentos; muchos de los problemas están en la alimentación y el estilo de vida”.
En resumen, todo se trata de equilibrio: “la salud del ser humano debe estar en un equilibrio; la misma física habla de equilibrios y cuando se rompe aun en las matemáticas las inecuaciones son más difíciles de resolver. La inecuación habla de que hay un desequilibrio, hay una desigualdad, y en la salud humana sucede algo similar. El ser humano es integral y actualmente se ha denostado y hasta ridiculizado la parte espiritual, pero el hombre es varias partes y no podemos reducir al ser humano a solo dos cosas, cuerpo y alma sin espíritu”.
Asegura que la manifestación de la enfermedad es asociada a la cuestión metabólica o a la cuestión de alimentos o de medicamentos, pero muchas veces la raíz de los problemas tiene que ver con la cuestión de las emociones, de los sentimientos, del ámbito social, son muchos factores, es un tema muy complejo, por eso mi interés en abordar la cuestión humana desde la complejidad”.
La historia
Raul es ingeniero por el Instituto Politécnico Nacional, ha sido gerente de una empresa trasnacional, servidor público, académico en la UAEH y escritor; su afición por el conocimiento y el aprendizaje permanentes le han permitido participar en cursos, maestrías y especialidades; de hecho recuerda que su mamá quería que estudiara medicina, pero se decidió al final por la ingeniería porque ello le iba a proporcionar una mentalidad más analítica.
Así que se fue a la vocacional al bachillerato físico matemáticas y hace 10 o 12 años empezó a involucrarse más en temas relacionados con las ciencias naturales pues ya había tenido la oportunidad de tener una granja de conejos y borregos. Siempre le gustó el contacto con la naturaleza.
“El hombre no debe perder el contacto con la naturaleza, con la tierra, hay que mantener esa conexión que nos vuelve más humanos, más sensibles, nos vuelve observadores, nos permite detectar otras cosas que el tren de la vida moderna nos ha cegado”.
El cuerpo humano es una maravilla perfecta, afirma, “somos un diseño inteligente, no somos obra del azar, porque es como si en este momento aventara un rompecabezas y se arme solito, eso jamás va a suceder; respeto a los darwinianos y su teoría de la evolución, respeto su postura, pero yo creo en un diseño inteligente generado por un ser superior que para mí es Dios”.
Ayudar a la gente
A través de lo que estudié con especialistas de la endocrinología, con especialistas tanto de España como de Colombia, he entendido que al final del día estamos en un sistema que es la tierra y de ella tenemos todo, como las plantas y si muchos medicamentos han sido obtenidos de plantas, ¿por qué no retomamos la práctica de la naturaleza?
Mi esposa Tatyana Druzhkina viene de un país donde tienen una alta cultura de los adaptógenos y empecé a investigar y estudiar sobre el tema. Entre el síndrome metabolico hay un bicho que es hasta más peligroso que el que dio origen a la pandemia, la candida albicans, un hongo que requiere humedad, calor y energía, que obtiene de la glucosa. Ese hongo siempre está presente en todos los casos que he visto de diabetes, cancer, obesidad e incluso en personas con enfermedades autoinmunes.
Como resultado de sus descubrimientos, Raúl se ha decidido a ayudar a la gente, a quienes les comparte sus tratamientos hechos a base de dos ingredientes naturales y de increíbles beneficios para la salud humana: el ajo y el orégano, este último, enemigo natural de la candida albicans. Por supuesto hay un costo, pero es muy bajo comparado con los miles de pesos que podrían llegar a gastar en hospitales y especialistas.
¿Casos de éxito? Claro, todos los que he tratado y a quienes he diagnosticado a tiempo, se han salvado.
Gusta de analizar a sus pacientes y escucharles, así su mente empieza a trabajar, a generar escenarios “y luego ya sé qué es lo que tienen, es un don con el que nace uno y se me da naturalmente; mi esposa se sorprende cuando veo a los pacientes y sé qué es lo que tienen. No quiero caer en cuestiones de charlatanerías ni en cuestiones de espíritus y energía, es una intuición que se ha desarrollado a lo largo del tiempo de investigar y estudiar”.
Son ya cuatro años de atender pacientes de manera formal, les analiza, averigua cómo duermen, qué comen, cómo es su relación con sus seres queridos, en el trabajo, el objetivo es precisamente ir a la raíz del problema. También les ausculta, y ha desarrollado un método para detectar algunas señales de desequilibrio: “algo que he detectado es que muchas enfermedades como el cáncer y la diabetes son metabólicas, es decir, a tras de eso está la cuestión de los alimentos y el tema hormonal.
“Desarrollé un método muy sencillo gracias al cual detecto algunas prácticas que empiezo a corregir en máximo tres sesiones para que se reestablezca el equilibrio, en cada sesión hay un intervalo de 15 días y cada organismo es diferente”.
Raúl dice que el mayor problema en México es la falta de disciplina: “cómo rompemos un mal hábito, una adicción, son 40 días de cambiar, cuando lo haces, cuando te sujetas a una disciplina así cambia. Si no estás dispuesto sujetarte a una disciplina de 40 días con nuevos hábitos vas a volver a caer en lo mismo, entonces les digo tres cosas: necesitan tener paciencia, disciplina y confianza, si no pues mejor sigue con tu s tratamientos y busca otras alternativas, porque no me gusta engañar a la gente”.
Sin dudar, asegura que en México somos una sociedad enferma por los malos hábitos alimenticios, por los alimentos que consumimos, por muchas cuestiones que son culturales y con todo eso es difícil ir en contra.
En cuestiones médicas o cuestiones de salud no se puede meter ideología, subraya, la salud no puede ser politizada porque está de por medio la vida de la persona; además, dice que en las mujeres hay cuadros y enfermedades muy particulares por las cuestiones hormonales, por sus ciclos menstruales y demás, mientras que en los hombres es común que cuando se presenta el síndrome metabólico ya hay un problema de baja testosterona, hay incremento de peso y en especial de grasa, y al bajar la testosterona, automáticamente empezarán a presentarse problemas de hipertensión, de cuestiones de libido, hasta problemas como si fuera depresión.
La candida albicans forma parte de la macrobiota intestinal y cuando en el estómago se rompe el equilibrio muchas veces ocasionado por el abuso de algunos medicamentos, como los antibióticos, por ejemplo, estos barren parejo no son selectivos, se lleva lo bueno y lo malo y muchas veces queda desprotegido el intestino, se rompe el equilibrio y como ese hongo no tiene un depredador natural ahí en el intestino empieza reproducirse y le gustan mucho las reservas de glucosa que se generan en el hígado, por eso se le va a localizar en el hígado, en los genitales de las mujeres, y de los hombres, porque tiene ciertas predilecciones en el cuerpo humano.
Como ya se mencionó, el enemigo natural de la candida albicans es el orégano y ni en farmacias ni en tiendas naturistas hay algo que sea totalmente de orégano puro.
“Hace dos años tomé un curso de herbolaria y fitoterapia y me enseñaron a obtener tanto los aceites como las tinturas madre a partir de las plantas. La tintura madre es el extracto puro de la planta obtenido mediante un proceso de maceración y reposo; el aceite se refiere a que se prepara con una base de aceite que puede ser de oliva, por ejemplo.
Desarrollamos la tintura madre de orégano que es el producto estrella que ha ayudado a mucha gente y tenemos también tintura madre de ajo.
Cuando sucedió el accidente cerebrovascular empezó a tomar esos compuestos y en una semana se enderezó el rostro.
“Soy un hombre agradecido con Dios. Ayudar a la gente a sanar, ese es un gran privilegio, ayudarles a recuperar el bien más preciado, que es la salud”.
Raúl pone a consideración de los lectores el whatspp 771 2077408 para agendar cita, que podría concretarse algún sábado a partir de las 9 am para atenderles como se merecen.
Las recomendaciones
Vivimos una época de confusión, una época del posmodernismo, sentencia Raúl. Las redes sociales son un pizarrón en blanco donde cualquiera puede escribir lo que quiera, entonces en una época de postmodernismo y post verdad todo es relativo. Hay mucha información en internet y no se sabe quién escribió qué con qué intenciones, hay que tener mucho cuidado.
“Se nos ha vendido mucho la idea de contar calorías, pero si contar calorías fuera la solución la gente estaría delgada y no, la gente se estresa al contar y no funciona, pero sí funciona perder tallas, porque una cosa es perder peso y otra perder tallas, a mí me interesa que pierdan tallas porque eso demuestra que está funcionando su metabolismo, puedo conservar el peso por la masa muscular, por eso es muy diferente perder peso a perder talla”.
De ahí la importancia de no contar calorías y mejor enfocarse a perder tallas, no peso. “Tenemos un grave problema y por eso la recomendación es si quiere mejorar consuma todo aquello que no venga de una fábrica o no esté en un anaquel, natural. En México tenemos un problema de carbohidratos, de gaseosas, y cuando combinas un carbohidrato con las grasas estas poniéndote una pistola en la sien. Hay que volver a la naturaleza, caminar, minimizar el uso de celular”.
Para finalizar reitera que “la vida se trata de equilibrios, no puedes volverte totalmente vegetariano como tampoco puedes volverte totalmente carnívoro. Insisto, este tema es polémico, por eso las dietas no funcionan, porque quieren estandarizarlas y no, cada organismo es diferente y entender esto ha sido la causa de mi éxito”.