La presidenta de la Federación de Escuelas Particulares del Estado de Hidalgo (FEPEH), María del Pilar Martínez Aragón, indicó que, pese a que no tiene el número exacto de las escuelas particulares que son “patito”, sabe que sí las hay sobre todo en municipios en donde mayor número de población hay en el estado.
Expuso que es en bachillerato en donde más se están presentando los casos de centros escolares que no están en orden, ni cuentan con validez oficial.
“No tengo el número exacto de las escuelas que se han detectado, pero hay varias y la gente las puede notar porque prometen concluir la preparatoria o hasta la universidad en meses, lo cual no es posible, pero en bachillerato es en donde más se presenta la situación.
“Sobre todo en Pachuca, Tulancingo o en Ixmiquilpan es en donde estamos detectando más escuelas particulares patito, sobre todo en nivel básico y en bachillerato”, expuso.
En abril de este año, Daniel Fragoso Torres, subsecretario de Educación Media Superior y Superior de la Secretaría de Educación Pública del estado (SEPH), confirmó que se han presentado cinco casos de denuncia por escuelas patito.
Así también, refirió que otro problema que enfrentan las escuelas particulares es la falta de pago de colegiaturas que adeudan muchos padres de familia que llegan a deber meses de colegiaturas y las escuelas no pueden negarle la educación a las y los estudiantes.
“No quiere decir que todas las madres y padres de familia hagan lo mismo, la mayoría son leales, asiduos, honestos y, sin embargo, se está dando esa situación de que algunos que son la minoría, pero no queremos que se vuelva un modus vivendi”, explicó la líder escolar.
Martínez Aragón señaló que de las 360 escuelas particulares que están afiliadas a la FEPEH, un cinco por ciento en donde se están presentando este tipo de casos, por lo que espera que se inhiba la situación que afecta a las mismas escuelas.
“Además de afectarnos en la economía, se afecta la estabilidad emocional de sus propios hijos porque nosotros somos cuidadosos de la estabilidad emocional de las y los niños, pero las madres y padres que realizan este tipo de prácticas dañan a nuestros alumnos.
“Hay que recordar que no se puede prohibir la entrada al centro escolar por parte de las y los alumnos porque es anticonstitucional, pero queremos evitar que siga creciendo la situación, y considero que todas las instituciones debemos cerrar filas para evitar este tipo de situaciones que afecta en todo sentido”, concluyó.