Las escultoras hidalguenses juegan un papel crucial en la preservación y promoción de la identidad cultural de la región. Crean obras de arte e inspiran a futuras generaciones y fortalecen el tejido social a través de su trabajo. También desempeñan un papel vital en sus comunidades pues a través de talleres, exposiciones y proyectos comunitarios, fomentan el acceso al arte y la cultura para personas de todas las edades y antecedentes. Sus esfuerzos contribuyen a fortalecer la identidad regional y a promover un sentido de pertenencia y orgullo.
Su obra no solo refleja su talento individual, sino también una profunda conexión con sus raíces y una visión de futuro inclusiva y diversa. Ellas son, sin duda, verdaderas arquitectas de la identidad cultural de su región.
A través de su creatividad y dedicación, enriquecen el paisaje artístico estatal e inspiran a futuras generaciones.
Reconocidas
María Lagunes es una de las escultoras más renombradas de Hidalgo. Su obra, que combina elementos de la naturaleza con formas abstractas, ha sido expuesta en galerías y museos de todo el mundo. Utiliza una variedad de materiales, desde bronce hasta mármol, y sus esculturas a menudo exploran temas de identidad y transformación. Su éxito ha abierto puertas para muchas jóvenes artistas en Hidalgo, demostrando que es posible alcanzar reconocimiento global sin abandonar las raíces locales.
La obra de Yvonne Domenge se caracteriza por formas orgánicas y geométricas que evocan la belleza de la naturaleza. Ha creado esculturas monumentales que adornan espacios públicos en ciudades como Ciudad de México y Montreal. Su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente se refleja en su elección de materiales y técnicas, promoviendo un enfoque ecológico en el arte escultórico.
El legado de Lagunes y Domenge ha inspirado a una nueva generación de escultoras hidalguenses. Artistas como Alejandra Zermeño y Laura Silva están haciendo su marca en la escena artística con obras que desafían las convenciones tradicionales y exploran nuevas formas de expresión. Estas jóvenes escultoras no solo continúan la tradición de sus predecesoras, sino que también introducen nuevas perspectivas y técnicas, enriqueciendo aún más el patrimonio cultural.
Otros nombres
Una fugaz revisión vía internet sobre otras artistas destacadas en este ámbito, arrojó una serie de nombres, como la pachuqueña María Elena Cordero, cuyas esculturas abordan temas de feminidad y cultura; utiliza técnicas mixtas y materiales diversos como cerámica, metal y madera, combinando elementos tradicionales con conceptos contemporáneos. Ella ha sido reconocida por su habilidad para transmitir mensajes profundos sobre la identidad y la experiencia femenina, y ha expuesto su obra en varias galerías y museos a nivel nacional.
También Rosa María López, originaria de Tizayuca. Sus esculturas exploran temas sociales y culturales, mediante una variedad de materiales y técnicas para abordar cuestiones de identidad y comunidad. Ella ha participado en exposiciones locales y nacionales.
En Mineral de la Reforma encontramos a Leticia Varela, quien trabaja principalmente con cerámica y metal bajo una técnica refinada y un enfoque en la vida cotidiana y la experiencia humana; integra elementos naturales y la vida diaria en sus esculturas, presentando un estilo que combina lo tradicional con lo moderno. Ha presentado su trabajo en exposiciones regionales y nacionales
Desde Actopan, se habla de Ana María Herrera, conocida por sus esculturas naturalistas que utilizan materiales como madera y piedra en las que busca transmitir la belleza y la fragilidad del entorno natural de Hidalgo, con un enfoque en la representación de la naturaleza y el medio ambiente. Sus piezas han sido exhibidas en museos y galerías locales, y su obra es apreciada por su capacidad para capturar la interacción entre el arte y la naturaleza.
Originaria de Pachuca, Patricia Quintanar explora la identidad y la naturaleza en sus esculturas, utilizando materiales tradicionales como barro y piedra. Sus obras presentan formas orgánicas y abstractas que evocan elementos naturales y culturales. Ha exhibido su trabajo en diversas galerías y museos en México, y su obra es reconocida por su equilibrio entre lo tradicional y lo moderno.
María Luisa Petriz, también de la capital del estado, combina en sus esculturas elementos de la tradición cultural con enfoques contemporáneos en materiales como cerámica, bronce y piedra para crear piezas que reflejan emociones y conceptos abstractos. Su trabajo ha sido destacado en exposiciones locales y nacionales, y es apreciada por su capacidad para transformar materiales en representaciones significativas de la identidad y la cultura.
Casos especiales
En la búsqueda llamó especial atención Gabriela Tolentino (1945-2009), nacida en Tula de Allende, destacó por su enfoque en la escultura contemporánea. Se detalla que estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (UNAM) y más tarde en la Academia de Bellas Artes de Florencia, Italia. Trabajó principalmente en el género de escultura contemporánea, fusionando elementos prehispánicos con técnicas modernas. Su obra se caracteriza por una profunda exploración de temas culturales y sociales, y un fuerte uso de simbolismo.
Otro caso es el de Ana María Salazar (1985), oriunda de Ixmiquilpan, una joven escultora que ha ganado reconocimiento internacional por su estilo distintivo y su enfoque en temas sociales y ecológicos. Estudió en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM y ha realizado estudios adicionales en Berlín y Nueva York.