Esperanza Ángeles tiene 43 años de edad y 22 de ellos ha acudido a la Basílica de Santa María de Guadalupe a dar gracias a la Virgen por tener trabajo, salud y sobre todo, dice, que su familia esté bien.
Es martes 9 de diciembre, en tres días se celebrará a la Virgen. Esperanza es parte de la peregrinación de la inmobiliaria constructora que acudió a La Villita para festejar a la Virgen antes del día 12.
Ella y cerca de 50 compañeros de trabajo salieron de la empresa para la que laboran en San Javier a las 10:30 de la mañana, al sur de Pachuca y llegaron a La Villita a las 11:20 con un sol de mediodía que no les tuvo piedad.
Esperanza dice que de la empresa salieron caminando y que regularmente se hacen hasta La Villita una hora con 15 minutos, pero que ahora se tardaron un poco más por el paso en los semáforos. Ríe. Ella y sus compañeros son de las primeras peregrinaciones en acudir a la Basílica.
-¿Pero está fuerte el calor no?
-Sí, hoy sí hace mucho calor pero de todas maneras así andamos por la Virgen.
Llevaron a la Basílica la imagen de la Virgen de Guadalupe que tienen en su empresa en un nicho de madera café con vidrios transparentes. Entre todos se turnaron para cargarla.
Esperanza no se acuerda del nombre del sacerdote que los recibió en La Villita, pero dice que estuvieron con él, les dio la bendición, les dijo que le echen ganas, que sean buenos, que hay muchas formas de venerar a la Virgen, una de ellas la peregrinación, otra es estar en paz entre los compañeros y dar amor a la gente. Al final compartieron atole y tamales.
“Cada año los trabajadores nos acompañan con devoción y lo hacen por la fe y por la Virgen, por compartir aquí un ratito”, cuenta Esperanza afuera de la Basílica luego de compartir los alimentos con sus compañeros. La Virgen que llevaron a La Villita la tienen en un altar en la empresa.
Esperanza dice que la Virgen le ha dado salud sobre todo y la bendición de tener trabajo, pues lleva en la empresa para la que labora en la capital hidalguense 24 años.
El 12 de diciembre el grupo de trabajadores no volverá a La Villita, ese día, dice Esperanza, sólo le pondrán flores en el altar. Cuenta que han venido antes debido a que el 12 hay muchos peregrinos y es complicado el acceso a la Basílica.
“Venimos desde hoy porque hay muchas peregrinaciones y a veces ya ni podemos entrar a la iglesia porque hay muchas personas, entonces ahorita aprovechamos está más tranquilo, que no hay tanto tráfico y que aún está abierta la circulación sobre avenida Juárez, entonces siempre le hacemos así, entre el 7 el 9 de diciembre son los días que venimos”, explica.
Además de acompañar a la Virgen en la peregrinación a La Villita, también tiene su propia Virgen en su hogar con un altar en la casa de su esposo en Xochicoatlán, allá en la sierra.
A Esperanza, la Virgen, dice, le ha ayudado muchas veces, una de ellas, cuenta, fue hace poco. Su hija Valentina tuvo un accidente en su clase de natación, estuvo muy mal, la operaron de emergencia y salió bien del quirófano.
-La verdad sí le pedí mucho, con mucha fe y me ayudó porque mi hija está bien.
-¿Y ahorita que entraste a La Villita le pediste algo a la Virgen?
-Pedí por mis hijas, por mi familia, para que todos estén bien y que sigamos teniendo trabajo.