Imagine usted que un día en una comida en casa le llega la inspiración y prepara un “algo” para que la familia disfrute. Usa los ingredientes que tiene a la mano y el resultado es, por decirlo francamente, exquisito. Alguien ve el alcance de su guiso y sugiere venderlo y, aunque usted duda, finalmente se anima y resulta ser todo un éxito y empieza a recibir pedidos.
Así nació Delymas, una salsa de cebolla frita con ajo, chile de árbol y semillas de girasol, que hoy, siete años después, tiene puntos de venta y distribuidores en al menos seis estados del país y, por si no fuera suficiente, también cuentan con distribución en Canadá y ha llegado a otros lugares del planeta. Yvonne Mora Mellado y María de Lourdes Mellado González, son las responsables de este emprendimiento.
La historia
La idea surgió a partir de una salsa que hizo doña María de Lourdes en casa. Entonces llevaba solo aceite, chile de árbol entero y unas rodajitas de cebolla, ese era todo el chiste y estaba muy sabrosa.
Luego empezaron a jugar con los ingredientes y en lugar de tanto aceite agregaron más cebolla a la receta original, después ajo, porque son ingredientes que se llevan bastante bien y al final probaron con diversas semillas hasta que tocó el turno a la de girasol y ese fue el ingrediente que se quedó.
“Fue una salsa que hizo solo para nosotros en casa. Luego la compartimos con el resto de la familia y con los amigos cuando venían y empezó la idea de quienes la probaban para que las vendiéramos”.
La señora María de Lourdes recordó que su hijo sugirió llevarla a la venta a un parque donde sus amigos vendían sus productos “luego empezamos a ir a Npulgarte donde nos aceptaron muy bien y empezamos a gustar más y se empezó a hacer más en forma para venta; después tuvimos la oportunidad de acercarnos a Impulso Rosa y donde probaron el producto, les gustó y nos invitaron a tenerlo en su tienda y empezó a venderse con degustación y de ahí surgió la invitación a participar en la feria de Pachuca y ahí fue donde más nos dimos a conocer. Empezamos a hacer más, aunque la producción siempre fue insuficiente”.
El nombre de su emprendimiento es “Delymas” (Delicias y más), creado entre su mamá y su hermana, quien también se llama María de Lourdes, decidieron llamarlo Delicias Marías, pero también lo llamaron Delymas porque su hermana se dedicaba a la repostería y su mamá empezó a hacer las cebollitas y algunas manualidades, por eso el más, más cosas.
“Lo que ofrecemos son cebollitas, cebolla frita con ajo, chile de árbol y semilla de girasol en tres intensidades de picantes; las naturales, que tienen muy poco chile, nada más para darles sabor sin que alcancen a picar; las picositas y las más picositas”.
Empezaron hace 7 años en febrero de 2016, cuando se empezó a vender, aunque la habían comenzado a hacer seis meses antes.
Se trata de emprender
“No buscábamos un negocio, el negocio nos encontró a nosotras y la verdad fue algo sorpresivo, fue rápido y así ha sido incluso el crecimiento de la empresa. Quizá con otras ideas habríamos despuntado, pero vamos creciendo a la par con el negocio y nuestros conocimientos, esto puede crecer demasiado pero si nosotros no crecemos no va a haber ese impulso que necesitamos para mantenernos”.
Delymas tiene un distribuidor en Canadá porque a un mexicano que vive allá le gustó el producto y se lo llevó y él lo distribuye desde hace un año. No saben hasta dónde llegan, porque esas deliciosas cebollitas picositas, además detener distribución y puntos de venta en seis estados del país, han ido a Alaska, a Estados Unidos a Colombia, España y Francia e incluso a Dubai: “Sé siente padrísimo, hay mucha satisfacción de saber que nuestro producto llega hasta esos lugares”.