Fabiola Sánchez, una pintora hidalguense con color en sus manos

La joven artista nacida en Ciudad Sahagún platica su historia, sus ideas y los paisajes de su infancia en cada uno de sus cuadros

En cada una de sus pinturas hay un sello hidalguense que muestra sutilmente entre su técnica que describe como pintura experimental
Elizabeth Hernández
Pachuca; Hidalgo /

Fabiola Sánchez nació en Ciudad Sahagún, rodeada de extensos valles salpicados con magueyes, nopales, montañas que escondían al sol cada tarde, escenarios que quedaron grabados en su mente y en su corazón, y que provocaron que la imaginación y el interés por expresar sentimientos, ideas y rostros queden ahora plasmados en cada una de sus pinturas.

El Centro Cultural del Ferrocarril fue el escenario idóneo para entrevistar a esta artista orgullosamente hidalguense que se trasladó con su obra a este lugar, en donde El Ferro, esa locomotora que ha sido fiel testigo de una parte de la historia de Hidalgo, también de la fortaleza que guarda Fabiola dentro del mundo cultural y artístico del estado.

Confesó que su color favorito es el negro, "porque las protagonistas en esto son las pinturas que están llenas de color", es así que inicia contando su historia cuando tenía tan solo seis años, edad en la que llegó una imagen de la obra de Remedios Varo, "y a mí corta edad me pregunté cómo un ser humano podía pintar algo que sólo vemos en los sueños, y fue tanta mi admiración que ahí, en ese mismo instante, supe que quería ser pintora", expuso.

Nacimiento creativo


Debido a que en Ciudad Sahagún no había donde poder desarrollar ese deseo por la pintura, se mudó a los 14 años a Pachuca y "comencé mis primeras clases de dibujo, lo cual me fascinaba, pese a que fue mucha preparación, ya que, durante los primeros cuatro años solo aprendí a dibujar, aunque sin color, pero ahí aprendí la disciplina", y agregó que así comenzó su preparación en el Centro Cultural de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), después en el Centro Estatal de las Artes de Hidalgo, y especialización en pintura y grabado.

En cada una de sus pinturas hay un sello hidalguense que muestra sutilmente entre su técnica que describe como pintura experimental, "a Hidalgo lo llevo siempre, lo plasmó porque tuve el privilegio de correr entre campos de cultivo, de experimentar la libertad, y traigo a mi estado tatuado en la piel, soy orgullosamente hidalguense y lo representó en mis pinturas", en las que utiliza piedras, canicas, cristales, y papel de oro.

Proyecto


De hecho, adelantó que se encuentra en un proyecto que espera se consolide, en el que tiene que plasmar la imagen de las diez regiones culturales del estado en óleos grandes, "quiero llevar más allá el nombre del estado de Hidalgo y no quedarme únicamente aquí, sino salir a la Ciudad de México, así como a Europa.

"Me convocaron para un proyecto federal, en el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA), por lo que espero que sea aceptado y se pueda realizar".


Para Fabiola no ha sido fácil llegar hasta este momento de vida, ya que le han dado poco espacio para exhibir su obra (Jorge Sánchez)

Su visión


En sus pinturas, que tienen textura, color, movimiento y profundidad, Fabiola también protesta utilizando estos elementos, así como la visión actual de lo que ve y considera que debe expresar a través del pincel.

"Me inspira el contemplar al ser humano, es complejo, y por ejemplo en esta pintura de las dos manos es la representación de un hombre y una mujer. Cuando se dio el tema del feminismo en el estado, me dio tristeza el ver cómo sus reclamos iban dirigidos a destruir patrimonio cultural como lo fue El Reloj Monumental, porque desde mi punto de vista no es coherente cuando ellas exigen respeto, pero no lo dan, y esta pieza está basada en ello, de cómo tratan de alzar la voz lastimando el arte de su propia casa", refirió.

Considera que existe el hombre y la mujer son iguales, por lo que ambos deben tener un pacto de respeto que representa con el corazón, que también simboliza el amor y la igualdad.

Otra obra es Inteligencia Artificial, que es el rostro de una mujer con una melena en movimiento, ente nubes doradas, fondo oscuro que invita a la profundidad de la reflexión, "y esto me llama la atención que la inteligencia artificial está abarcando el mundo de una forma impresionante, donde increíblemente se escucha más cuerdo lo que se hace con ello que lo que hacen los seres humanos", explicó.

El Camino


Para Fabiola no ha sido fácil llegar hasta este momento de vida, ya que le han dado poco espacio para exhibir su obra "sobre todo cuando los que estaban arriba y decidían, eran hombres", pero desafortunadamente también ha presentado dificultades para que, las mujeres la apoyen en su proyecto de vida y en la exhibición de su trabajo, que ya suma 130 obras.

"Claro que sufrido discriminación por ser mujer y por mi edad ya que, como comencé muy pequeña, a los 20 años de edad ya tenía obra, porque piensan que no se tiene experiencia", señaló.

Todos los días, Fabiola tiene un ritual que sigue como una disciplina: se levanta a las 4:00 de la mañana, hora privilegiada, porque prende una vela, incienso, música con la que baila antes de tomar un pincel, poner a prueba su imaginación, callar las voces que en algún momento le dijeron que su trabajo "era basura", para vivir la pintura y regresar a su infancia donde disfrutó desde el primer momento, plasmar lo que le dicta su corazón y disfrutar con ello la magia que puede realizar sobre un lienzo, "porque en ese momento, vuelvo a ser niña y disfruto con gran intensidad lo que hago sin miedo alguno".


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