La Güera, una perrita criolla color beige, acompaña a las peregrinas que desde el sábado 15 de julio salieron de Querétaro pars iniciar su camino a pie hasta la Basílica de Guadalupe, para ver a la Virgen del Tepeyac.
Esta es la edición número 61 de la peregrinación y la perrita “La Güera” las acompaña en el camino portando calcetines en sus cuatro patitas para proteger sus almohadillas del cemento caliente y así evitar incidentes en el camino.
Cada cierto la perrita tiempo detiene su marcha junto a las mujeres peregrinas para recibir croquetas y agua. Dos perros más viajan con los contingentes.
Son veinte mil peregrinas de la diócesis de Querétaro que arribaron a Tepeji del Río desde la mañana del jueves como parte de su trayecto hacia la Basílica de Guadalupe, sitio al que esperan llegar el próximo domingo.
Los contingentes ingresaron al municipio a las 7:00 horas a través de la comunidad Ojo de Agua, lugar en el que fueron recibidas por el alcalde la demarcación, Salvador Jiménez Calzadilla.
Los contingentes llegaron al municipio escoltados por policías municipales y paramédicos de demarcaciones queretanas, así como por paramédicos de empresas privadas, operativo de seguridad.
La procesión está llena de colores, desde los vestidos hasta los sombreros, todo tiene vivos tonos que generan un estilo particular de la peregrinación; y es que cada grupo viste cierto color de falda.
Para protegerse de las altas temperaturas viajan con playeras de manga larga, sombrero de palma, paraguas, gorras, y constantemente se hidratan; además de ello los socorristas están al pendiente de los distintos grupos; hasta el momento no se reportan incidencias de consideración.
Mujeres están orgullosas de su tradición
María del Carmen Martínez, viaja desde la comunidad San Ildefonso, municipio de Amealco, Querétaro, acompañada por un grupo de mujeres ataviadas con largas tiras de colores en los sombreros. Está orgullosa de que la tradición se preserve con las nuevas generaciones.
Acompañadas por un tambor y una trompeta danzan en algunos momentos de la procesión. A su paso reciben aplausos de habitantes, comerciantes, y de las propias peregrinas que las anteceden.
María de Lourdes Vera, de 69 años de edad, también forma parte de este grupo de peregrinas. Es originaria de San Luis Potosí y tiene 31 años participando en la procesión. Para ella es importante no perder la fe, especialmente en estos momentos en los que mucha gente joven está tomando caminos malos, ya no hay temor de lo que se hace ahora, dice.
Los ríos de peregrinas continuarán su tránsito hacia la Ciudad de México hasta el domingo, cuando llegarán el Tepeyac y luego emprenderán su retorno a Querétaro.
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