Valeria Alejandra Escobar Pérez es una joven de 25 años que, en este 2023, será la reina del Carnaval de Agua Blanca y, desde hace dos meses que se enteró que representará a su municipio, inició el diseño de su vestuario en el que invirtió casi 50 mil pesos.
Ella luce como un pavorreal rosado, su sonrisa delata el gusto por participar en el carnaval de su municipio que se realizará del 18 al 21 de febrero, y las heridas en sus dedos delatan el placer que tiene para bordar su propio vestuario y lucirse mientras la música y las comparsas mueven las energías y la magia de los Carnavales de este municipio.
“Es caro el tener un vestuario como éste y depende de lo que le coloques y cómo lo quieras es el costo final y, en mi caso, ya he invertido un aproximado de 50 mil pesos contando la mano de obra, hechuras y materiales.
Yo lo diseñé y bordé y me siento contenta y orgullosa de ello, sobre todo cuando supe que iba a ser la reina del Carnaval de Agua Blanca así que, desde hace dos meses ha sido un trabajo arduo y pesado, en el que también me han ayudado mi mamá y una amiga”, dice, mientras soba sus dedos índices de ambas manos, que cubre con curitas de color piel.
Pese al cansancio y el dolor en sus manos, ya que trabaja en la elaboración de su traje carnavalesco desde 9:00 de la mañana hasta las 23:00 horas, Valeria no se detiene y sabe que su vestuario lucirá especial esos días de fiesta, dentro de las calles de su municipio que está rodeado de bosque de pinos y oyameles que le dan un toque único y especial para que la magia resurja.
Metepec, presente
Así como Valeria, también Susana Granillo, Marlene Benítez, Alicia Herrera y Jesús Nicolás también reunieron y ahorraron recursos para crear sus vestuarios nuevos que utilizarán en el Carnaval de la comunidad de Ferrería de Apulco que se ubica en Metepec, en donde también habrá Carnaval.
“Somos unos de los primeros Carnavales en el municipio y ahora sí que nos respaldan muchos años de tradición y en la comunidad se acostumbra también que cada uno de los participantes realice su propio vestuario, que borden sus propias lentejuelas que se colocan de una en una, así como chaquiras, plumaje, colores y la banda porque es algo que caracteriza al municipio”, indicó Susana.
Refieren que, para hacer este trabajo, deben ahorrar recursos año con año para poder realizar sus trajes que lucen con cientos de lentejuelas que los hace brillar con los rayos de sol, “también les colocamos pedrería y plumas de diversos tamaños, por lo que hay trajes que van desde 10 mil, 25 mil o hasta 40 mil pesos, dependiendo de lo que se desee”, expuso.
Cada año se acostumbra a estrenar trajes, cada participante lo realiza a su presupuesto, pero la mayoría ahorra para ser parte de esta algarabía que se vive en Hidalgo, previo a la Cuaresma, para mantener viva esta tradición.