Anel Mejía pasó de ser desempleada previo a pandemia, a tener su propio negocio que inició en plena contingencia y decidió vender ropa, misma que la compraba y vendía tal cual la adquiría y, unos meses después, esas mismas prendas servían para crear nuevos diseños que empezaron a gustar en Apan, en el local que rentó para empezar su emprendimiento.
"Yo soy de Apan, pero llevo viviendo ya muchos años en Pachuca, fue allá donde emprendí mi negocio de ropa y un día me pregunté: por qué no hacer mis propios diseños y así surgió Amena Boutique".
Dudaba en un principio, porque había estudiado arte dramático, y no sabía nada de diseño, pero fue su interés por crear lo que en su mente se imaginaba cuando veía una prenda.
"Aunque en mi carrera no llevábamos diseño, siempre hacía mi vestuario e improvisada, y recuerdo también que de pequeña yo les hacía la ropa a mis muñecas entonces entendí que esa era mi pasión.Ahora creo que es mi verdadera vocación y ahora pues ya puedo decir que he tomado cursos y agarro la máquina de coser que antes no sabía nada de su funcionamiento", platica.
Actualmente son cuatro personas las que trabajan con ella y realizan diseños especiales para sus clientas, "cada diseño que hago me lo imagino en cuanto veo para quién será diseñada y es por ello que cada prenda es realizada de forma exclusiva para quién nos las pide", dice.
Ahora, después de dos años, "todo es cuestión de magia, aunque parezca muy romántico, porque se piensa en la persona, en lo que quiere exponer con sus prendas, en que queremos que brille, que la haga sentir especial.
"No me gusta que me pidan diseños de internet, algo que es idea de alguien más, por lo que hacemos siempre un cuestionario para ver cuál es la parte del cuerpo de la clienta que quiere resaltar, sus gustos y me caracterizo por hacer diseños llamativos y nuestra misión es ser una empresa que hace brillar en el lugar que te pares.Es por ello que usamos brillos, perlas, encajes, lentejuelas, todo lo que brille, ese es nuestro sello, pero ha gustado mucho y estamos contentas por ello", explica.
Entonces, de tener una tienda en Apan, que continúa creciendo, ahora también tiene una Pachuca dentro de Showroom Alexander & Sister, ubicada en calle Pino Suárez 100, en la ciudad, y otro en la colonia Tulipanes, "pero esperamos que en fin de año podamos abrir una tienda propia acá en la ciudad, porque queremos brindar nuestro servicio a todas las mujeres y personas que gusten de nuestros modelos", indica.
Señala que, muchas veces le pasa que un modelo que muestra en su negocio de Apan lo trae a Pachuca, "pero luego lo buscan allá y ya no lo encuentran, así que debemos redoblar esfuerzos para seguir haciendo más diseños".
Su negocio, asegura, ha crecido a 300 por ciento en estos dos años, "y son prendas confeccionadas para hacer brillar a todas las mujeres en donde se encuentren y nos pueden hallar en redes sociales para que conozcan el trabajo que realizamos", concluye.