El 1 de julio de 2010, Nuevo León recibía al huracán Alex que destruyó todo a su paso dejando a 15 personas sin vida. A 12 años del fenómeno meteorológico, el panorama es totalmente diferente ante la crisis de agua que se padece en la entidad.
Días antes los meteorólogos lo pronosticaron, las autoridades de Protección Civil advirtieron de la peligrosidad del huracán. Fueron 60 horas de lluvia intensa que dejaron en total 15 personas sin vida, 15 mil 800 familias damnificadas y 16 mil 896 millones de pesos en daños.
Luego de la destrucción, los siguientes días la vialidad se paralizó, el transporte público, la actividad productiva y escolar.
Fue hace 12 años, una noche de miércoles 30 de junio cuando comenzó a llover de manera intermitente, al día siguiente Alex mostró su fuerza, el tercer día siguió lloviendo.
Abimael Salas, jefe de meteorología de Multimedios y Milenio, explicó que con el huracán Alex se acumularon 830 milímetros de agua, lo que significaba la lluvia contemplada para todo un año, como promedio.
El suelo estaba saturado y las presas a muy buen nivel, porque meses antes había llovido. En 2010 se captó más de mil 500 milímetros, un récord histórico en cuanto a lluvia acumulada para un año.
En comparación con otros grandes huracanes, Alex ha sido el mayor fenómeno meteorológico. De acuerdo con la estadística, Alex acumuló de 500 a 800 milímetros de lluvia en tres días, el huracán de Monterrey de agosto de 1909 se tiene registro de 709 milímetros, mientras que el huracán Gilberto dejó acumulados de 300 a 400 milímetros en un día.
Además de inundaciones, casas dañadas, calles destrozadas, vidas perdidas y otros estragos, Nuevo León tuvo que desfogar las presas que ese año excedieron su nivel de almacenamiento.