Mireya Rivero sigue aturdida, desesperada y con una tristeza profunda de ver su negocio Pigüis Boutique fue incendiado, sus productos deshechos, la ropa para niñas y niños que exhibía en esta temporada quemada y otra llena de hollín, y sus sueños, truncados en estas semanas.
El 18 de marzo ocurrió el primer acto contra su negocio, pero las personas que perpetuaron la primera acción lograron quemar solo las cortinas de entrada al negocio, pero el 4 de abril se atrevieron a echar combustible e incendiar el lugar, la mayor parte del negocio se quemó, y solo espera que puedan detener a las o los responsables de este acto violento.
“Acabaron con 20 años de trabajo. Nosotras iniciamos en Pachuca durante cinco años, muy cerca del Seguro Social y después nos fuimos a Tizayuca en donde se acondicionó el local y desde la capital, venían acá para adquirir nuestros productos”.
Todo cambió el 18 de marzo cuando quisieron quemar por primera vez la boutique y rociaron gasolina en la cortina, pero el fuego se quedó ahogado entre la cortina y el cancel, pero recibimos mucho apoyo mi hermana y mi sobrina, las tres trabajamos aquí, y fue difícil saber de esta situación, pero nos respaldaron las personas reconociendo el trabajo que hemos hecho por este tiempo.
“Nos quedamos este día con la incertidumbre de saber quién podría haber hecho esto porque consideramos que no tenemos enemigos, pero ante esta situación nos fuimos al Ministerio Público a levantar la carpeta de investigación y pensamos que ahí iba a terminar todo, pero no fue así”, platica Mireya.
Fue el 4 de abril cuando volvieron a provocar otro incendio en Pigüis Boutique, pero en esta ocasión, el combustible lo echaron adentro y prendieron fuego, así que las llamas comenzaron a abrazar los mostradores de madera, vestidos y juguetes que se vendían en el lugar, situación que conmocionó a Mireya y a su familia.
“Bendito Dios que no hemos recibido ninguna llamada, ni mensaje, porque se supuso que podría ser cobro de piso, pero no creemos en eso, más bien consideramos que son personas que envidian el crecimiento y la fortaleza que tiene el negocio.
Nosotros estimamos que se quemó un 40 por ciento de la boutique, pero todo el producto se echó a perder, vestidos de fiesta de niña fueron 26 los quemados, vestidos de primera comunión que estaban en maniquís están dañados, amarillos y con olor a quemado, juguetes, avalanchas quemadas y ahumadas, así como periqueras, es mucho y el caso es que no podemos abrir hasta que venga el perito; nuestra angustia crece”, aseguró Mireya.
En un momento, Mireya se escucha desesperada porque sabe de aquí vive su hermana, su sobrina, la madre y el padre de la empresaria, y ahora no pueden trabajar, “así que, además de quedarnos sin negocio, sin ingresos también nos quedamos sin trabajo, pero espero que puedan hallar a las o los culpables”, indicó.
La ropa que no sufrió daños directos por el fuego la están llevando a la tintorería para rescatarla y próximamente venderla, con el fin de poder recuperar parte de lo perdido e iniciar de nuevo.
“Ya pudimos hablar con la presidenta municipal, Susana Ángeles, quien nos pidió paciencia en el transcurso de la investigación, pero refrendó su apoyo lo cual agradecemos y solo esperemos que se agilice la investigación para poder rehabilitar, pintar e iniciar de nuevo nuestro proyecto.
Estamos desesperadas, pero sabemos que Dios nos ayudará y estamos con la fe y esperanza de que la gente que nos conoce, quienes nos compra y amistades de años, nos ayuden a salir adelante, ya que estamos proyectando una venta en línea en las redes de Pigüis Boutique, para recuperar algunas ventas, volver a invertir y volver a empezar, pero nunca nos daremos por vencidas”, concluyó.
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