El lunes 10 de julio Andrés le dijo a Sara por teléfono que lo iban a matar. Cuatro días después Andrés fue enterrado en Tepeyahualco, Zempoala. Tenía 33 años de edad, se iba a casar y murió a golpes.
Andrés se encontraba privado de su libertad en el Centro de Reinserción Social de Tenango de Doria por el delito de asalto en la carretera Pachuca-Ciudad Sahagún, fue sentenciado a siete años de prisión. Llevaba en el penal cuatro años 11 meses.
Sara, su mujer, cuenta que los custodios lo castigaban sin motivo, que lo sacaban de su celda para colocarlo en un lugar aislado y ahí lo golpeaban, que la directora del penal, de nombre Nereida, se prestaba a eso.
Andrés y Sara se comunicaban por un teléfono celular que él tenía en prisión. Sara dice que el 10 de julio los custodios castigaron a Andrés pero que no supo el motivo. Al día siguiente fue la última vez que habló con él.
“El día martes todavía hablé con él hasta las 12 del día, pero pues él ya se despidió de mí, me dijo: me van a matar, si me pasa eso quiero que hagas esto, me pidió que me hiciera cargo de sus cosas, me dijo que me amaba”, cuenta la mujer.
Sara no supo nada de Andrés después del mediodía del martes y la preocupación se instaló en su cuerpo, llamó por teléfono al penal pero nadie le contestó. Horas después atendieron su llamada pero le dijeron que la directora estaba ocupada.
“Ya hasta después, a las siete de la noche, me contestó la directora y le pregunté por Andrés y me dijo que ya lo habían trasladado al penal de Pachuca, que si yo quería podía ir a recoger sus pertenencias al siguiente día, pero resulta que no era cierto porque él todavía habló por teléfono con su hermano Piter a las 11 de la noche y le dijo lo mismo: que lo iban a matar”, dice.
Trasladaron a Andrés a Pachuca sin avisar a su familia
De acuerdo con Sara el 12 de julio trasladaron a Andrés del penal de Tenango de Doria al Centro de Reinserción Social de Pachuca pero dice no le avisaron a nadie, ni a su madre, ni a su padre ni a ella.
La madre de Andrés, la señora Rosa, le avisó a Sara que había muerto, que en el traslado lo habían llevado desnudo, que lo habían golpeado durante el trayecto, que al llegar a Pachuca estaba mal, que de ahí lo llevaron al Hospital General a donde llegó sin vida, que el resultado de la necropsia arrojó que había muerto por los golpes.
Doña Rosa y Sara iniciaron una carpeta de investigación en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, exigen dos cosas: justicia y que se detenga a los responsables.
“Mi suegro se fue al Hospital General y yo me fui al penal de Pachuca porque quería que el director nos explicara qué había pasado, queríamos respuestas pero hasta ahorita nadie nos ha dado la cara, ni director de Pachuca, ni la de Tenango, queremos una audiencia con el procurador, que nos den respuestas porque nadie nos dice nada”, cuenta Sara.
Reciben amenazas por exigir esclarecer el caso
Asegura que nada está claro, que todo es confuso, extraño, que Andrés no le dijo quién lo quería matar, que quieren respuestas, saber qué fue lo que pasó exactamente y dice que han recibido amenazas de muerte por querer saber la verdad.
-¿Qué fue lo que le dijo Andrés cuando le contó que lo querían matar?
-Me dijo: viejita me quieren matar y me dijo que tenía miedo y él nunca había salido de su boca que tuviera miedo hasta ese día, que tenía miedo de lo que le iba a pasar y miedo de dejarme sola.
-¿Quién lo quería matar?
-Nunca me dijo, solo me dijo que la directora del penal había recibido dinero por eso.
Antes de morir Andrés le pidió a Sara que estuviera pendiente de sus tres hijos que había tenido con su primera esposa, que cuidara de sus pertenencias y le dijo la manera en que quería ir vestido el día de su entierro si lo llegaban a matar.
Ambos tenían planeado casarse por el civil dentro del penal de Tenango de Doria el 27 de julio, ella ya tenía el vestido de novia y él la ropa que llevaría el día que uniera su vida a la de ella por la ley.
El viernes 14 de julio, el día del entierro, Sara colocó su vestido blanco de novia en el féretro. Andrés fue enterrado con la ropa con la que se iba a casar, llevaba una camisa blanca con rojo, un abrigo, pantalón negro caporal y botas negras con rojo.