Llenan de amor desde hace 2 años a un hijo de corazón

Historia

Aunque integrar al pequeño de ocho años a su familia fue algo difícil, el matrimonio Sandoval Alcántara aseguró que su único objetivo es mostrarle al niño que su vida podía tener un camino diferente al que enfrentaba

Son hijos de corazón, así los define el matrimonio Sandoval Alcántara. Créditos: Lucero Morales
Lucero Morales
Monterrey /

Ver la situación por la que atraviesan muchos niños en el estado motivó a una familia regiomontana en interesarse y formar parte del programa Acogimiento Familiar, implementado por el DIF del estado desde 2013.

Son hijos de corazón, así los define el matrimonio Sandoval Alcántara, que desde hace dos años recibió  a un pequeño para brindarle un ejemplo de amor y respeto, que para ellos sería el mejor regalo que podrían darle.

Miriam Alcántara y Arnulfo Sandoval coincidieron en que el principal motivo para abrirle las puertas de su hogar al pequeño fue poder mostrarle que su vida podía tener un camino diferente al que estaba viviendo.

El matrimonio señaló que, junto con sus tres hijas, ha afrontado dos años de retos, paciencia y empatía por el menor, además de que cuando se ha requerido, han contado con el apoyo del equipo del DIF estatal.

Arnulfo Sandoval dijo que ver la situación difícil por la que pasan muchos niños con necesidad de amor de una familia los hizo acercarse al programa.

“Fue la gran necesidad que nos plantearon cuando nos presentaron el programa, de muchos niños que están en una situación muy vulnerable, que requieren de una familia que les pueda mostrar el amor, que les pueda mostrar el cariño, el respeto.
“Al principio sí fue muy difícil, él traía una forma de dirigirse, con malas palabras, con señas obscenas, con pensamientos muy difíciles de entender a su edad, ese fue el reto que vimos al principio, que no sabíamos con qué nos enfrentábamos”, dijo.

Para su esposa Miriam Alcántara con el niño en casa se tiene un amor muy diferente, inexplicable y apoyarlo le deja un satisfacción muy grande.

 “Ves otro tipo de amor, no sé cómo explicártelo, pero que con la paciencia, y sobre todo que ellos sepan que hay alguien que se preocupa por ellos”, señaló.

Dijo que dentro del acogimiento del menor, sus hijas también se han involucrado en este proceso.

“Un día estaba haciendo tarea y de repente no le gustó la forma en la que mi hija le dijo que se pusiera a hacer la tarea, se metió  inmediatamente debajo de la mesa del comedor y ahí se quedó.
“Lo tenía a cierta distancia llorando, así, llore y llore, y lo vi y le dije: ‘¿Te puedo abrazar?’, me dijo que no, ‘ah, perfecto’, le dije, ‘aquí voy a estar’. Me quedé viéndolo y de rato él se acerca y me dio un abrazo, y llora y me dice: ‘Por favor no me vayas a dejar’”, indicó.
“Cuando lo veo acostado, dormido y que estoy ahí con él, que ese es mi deseo, que un día pueda estar con su mamá, pero con una mamá restaurada llena de amor, yo así lo daría” , puntualizó.


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