Las cocinitas, carros, trenes, dominó, trompos e incluso baleros de madera parecen estar en el olvido en las cartitas de los niños regiomontanos, pero eso no apaga las esperanzas de Cristina Vargas y cientos de comerciantes del centro del país que llegan a Nuevo León.
La originaria de Puebla llegó desde hace una semana a la ciudad para ofertar sus juguetes tradicionales y didácticos para ayudar a Santa Claus, aunque sabe que el día en que más la buscarán para comprar sus productos serán el 22 y 23 de diciembre.
“Trabajamos este tiempo de Navidad, todo diciembre, que es cuando los juguetes salen más a la venta.
“Ahorita estamos esperando que los días buenos sean el 22 y el 23 para que se preparen para la llegada de Santa Claus”, reconoció Cristina, quien durante el día se instala momentáneamente en el cruce de Allende y Juárez.
Este tipo de juguetes, reconoce, sirven para mejorar la motricidad.
“Lo que tratamos de hacer es rescatar el juguete, que los de antes son más sanos. Le pueden dar psicomotricidad fina a los más pequeños, basados en los colores, el dominó, el jenga, entonces son como didácticos”, concluyó.