Lizbeth huyó hace ocho años debido a la inseguridad de su natal Veracruz para salvaguardar a los habitantes de Nuevo León como elemento de Fuerza Civil.
"Cuando tomé la decisión de formar parte de una corporación estuve checando varias y Fuerza Civil de Nuevo León fue la que más me llamó la atención, era un corporación nueva con mejores beneficios personales y familiares."
La madre de familia con carrera trunca llegó a una entidad que desconocía, pero en la que encontró su vocación.
Hoy, a ocho años de su llegada al estado, Lizbeth terminó su primera carrera en Educación y hoy está por finalizar Derecho y Criminología.
"Al inicio, aquí a la institución, yo entré con prepa terminada y la carrera trunca, aquí por el horario, por los tiempos me dio para terminar una carrera e iniciar otra más para poder seguir ascendido. Aquí entre mejor preparado estés mejores oportunidades hay, entonces aquí es cuestión de perseverar."
Su día comienza a las 5 de la mañana para desempeñar labores en una comisión administrativa que brinda cursos, actualización de datos y seguros de vida para los uniformados, pero también ha enfrentado a delincuentes.
"Siempre es ayudar principalmente a las víctimas, la prioridad siempre son las víctimas, el detenido o la persona que cause daño viene siendo un segundo término, pero si hay lesionados siempre va a ser la ciudadanía."
Lizbeth ha tenido que demostrar la fuerza de las mujeres en labores policiales.
"El reto como mujer siempre es un poquito más complicado, pero no es difícil. Sí me ha tocado estar en situaciones complicadas, hemos salido adversos en cuestiones de patrullajes en zonas de peligro, de persecuciones, detenciones de personas que si afectan a la sociedad. Aquí la capacitación es igual para ambos sexos, es lo mismo, y los retos igual, competimos tanto con los compañeros para los ascensos de grado".
A lo largo de estos años ha visto cambios en la institución, que se han traducido en mejores sueldos y capacitaciones.
"Si pudiera regresar el tiempo al 2014 volvería a inscribirme indiscutiblemente", destacó.
Cada 14 días, Lizbeth deja el uniforme de policía para cambiarlo por el de madre de familia y reencontrarse con sus hijos en Veracruz.