Luisa conoció a Javier H.H. gracias a una amiga en común que vivía en el municipio de Progreso de Obregón, y pese a que el enamoramiento se dio de forma inmediata, se casaron por la iglesia, pero su vida, a partir de ahí, se tornó violenta, agresiva y con el miedo y ansiedad como emociones principales.
Ella quedó embarazada y el primer acto violento fue llevarla al Hospital General de la Ciudad de México “porque me dijo que no tenía dinero, pero afortunadamente todo salió bien en el parto y regresamos a vivir a Hidalgo, en donde habitamos varias casas en diferentes municipios en donde tenía propiedades como Atotonilco y Pachuca”, platica.
Fue en el Fraccionamiento Geovillas de Nuevo Hidalgo, en la capital del estado, en donde Luisa supo que tenía que huir, ya que las agresiones pasivo agresivas de Javier, como quitarle la estufa y la lavadora, así como encerrarlas a ambas con candado en la puerta, fueron el impulso para aprovechar que un día que él viajó a Ciudad de México, por cuestiones de trabajo, escapara solo con su hija.
“Previamente a esto pedí mucha asesoría en muchas instituciones en Hidalgo y todas me mandaron al demonio, por eso tomé la decisión de irme”, dice Luisa.
Después, Javier la denunció por sustracción agravada por razones de vínculo por haberse llevado a su hija, “pero es donde me duele el actuar de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) que, pese a que yo había pedido asesoría nunca hicieron nada, pero en dos meses de haber huido con mi hija, yo ya tenía a la policía de investigación de Hidalgo afuera de mi casa en Chihuahua, sin saber que todo esto me ha traído muchos problemas en lo civil, social y laboral, porque quedé fichada como secuestradora”, dice.
Luisa se amparó, se presentó en juzgado junto con los documentos que testificaban violencia contra ella, “así como por la violación de mi hija, porque ella refirió acciones que le hacía, y es por ello que fuimos al Centro de justicia de Mujeres de Chihuahua, pasó el protocolo y declaró.
- Te recomendamos Alistan marcha y actividades rumbo al #8M en Hidalgo Sociedad
“También se le hicieron las periciales y finalmente la pericial ginecológica arrojó datos positivos y la niña hace señalamiento muy claro contra el señor”, comparte Luisa en entrevista.
Teniendo estos documentos, Luisa se presentó en el Centro de Justicia de Mujeres para Hidalgo, “en donde Margarita Cabrera me dijo que no podían ayudarme poque quedó con el sistema anterior de Hidalgo, porque en el estado apenas hubo la reforma muy apenas, muy atrasado el estado jurídicamente, y pues prácticamente el Centro de Justicia era para las causas del nuevo sistema”, expuso con cierta molestia debido al poco respaldo que recibió de esta institución.
Después se presentó con el juez, le tomaron su declaración preparatoria, además de comparecer y le decretó el sobreseimiento por no delito, es decir, que la causa se terminó porque no consideró delictiva su conducta.
“Pero a pesar de eso, se quedaron los antecedentes que me hicieron ver como secuestradora por lo que no puedo conseguir trabajo en mi área porque estoy fichada y sí, hui con ella y lo volvería a hacer y si me meten a la cárcel por defender a mi hija, no me importa”, concluye, no sin antes señalar que la justicia sigue sin perseguir a la persona que violó a su hija, quien tiene dos órdenes de aprehensión en Chihuahua por adeudo de 5 años de pensión alimenticia y sigue en libertad, en un puesto dentro del gobierno estatal de Campeche.
Quiero la reparación del daño porque estamos desgastadas física, económica y emocionalmente, y aunque he solicitado reunión con el encargado de la PGJEH, Santiago Nieto, dice que hay espacio hasta en tres meses, y solo quiero justicia y la justicia para mí es que lo detengan”.