Los autos deportivos pueden ser el ideal para quienes gustan de la adrenalina que genera ese instante en el que hombre y máquina conectan, si a eso sumamos la historia que vuelve emblemáticos a estos carros será comprensible el que se trate de un gusto que se transmite de generación en generación. Pero más allá de simplemente revolucionar los motores para hacerlos rugir por las calles y a traer las miradas de propios y extraños, hay clubes sociales para compartir el gusto por la velocidad y además encausar esta pasión en favor de la sociedad, tal es el caso de Mustang Club Tulancingo.
Oswaldo Lira Méndez, representante del club, recuerda que la aventura surgió hace ya diez años junto a otros amantes de estos autos. “En ese tiempo, eran carros clásicos, actualmente ya hay más carros modernos, posteriormente se hizo multimarca con V-8 pero se recuperó la esencia del club y se quedó con puros Mustang”. Señala.
En las reuniones destaca que las conversaciones sobre las modificaciones que se hacen a los autos son el pretexto para la convivencia social, que a su vez genera eventos, salidas o convivios, el club Mustang Tulancingo se enfoca en un ambiente familiar. Aprovechando el vínculo social que se ha formado, sus integrantes han sumado esfuerzos para apoyar causas sociales, combinando los autos rápidos con las causas sociales.
Las Mustangueras
Las esposas de los miembros del club se enfocan en los eventos altruistas, comenzaron con el juguetón mustanguero, hace tres años, siguieron con apoyo económico para personas con enfermedades crónicas y Oswaldo señala que el año pasado rifaron una camisa de tenangos para una subasta en beneficio de niños y niñas con cáncer y tumores. Aunado a esto se preparan para recolectar juguetes para el día del niño, causa a la que se puede contribuir con juguetes nuevos o usados en buen estado.
En lo que atañe a los motores, estos amantes de la velocidad se reúnen los viernes por la noche en diferentes puntos de Tulancingo para hacer una rodada y generar involuntariamente una exhibición de autos en una conocida plaza, gustan de organizar arrancones teniendo claro que la calle no es para correr, por lo que este tipo de eventos están controlados y se mantienen con acceso exclusivo para miembros e invitados de otros clubes de autos. “Nos gusta la velocidad, nos gustan los autos, pero en la calle no”.
Parte del servicio social que realizan es que se tiene un acuerdo de palabra con la presidencia municipal de Tulancingo para apoyar en el alcoholímetro, como una extensión de prevención con otros conductores, especialmente con motociclistas para incentivar a no combinar el alcohol y el volante y promover el uso del casco.
Oswaldo considera que el vehículo más icónico es “Eleanor” de la película 60 segundos protagonizada por Nicolas Cage. Entre los modelos que pueden encontrarse en este club están: Mustang 66 y 67, mach 1, modelos 72,73, Mustang 77 y unos más modernos que empiezan desde el modelo 94, destaca tres modelos de Shelby como los autos más impresionantes.
Oswaldo aconseja ser precavidos al manejar este tipo de autos y hasta tenerles respeto por la potencia y los componentes que tienen como la tracción trasera que puede generar accidentes con un acelerón o una curva mal tomada.
“Casi en cada estado hay un club por lo que en buscando, se puede encontrar uno, para pertenecer a Club Mustang Tulancingo, el requisito es simple, contar con un Mustang y asistir a dos reuniones para ser considerado”. Finalizó