Dos policías resguardan el lugar, el sitio está acordonado con cintas amarillas y letras en inglés que dicen: escena del crimen no cruzar. Pero acá no ha habido ningún asesinato; se vendía mariguana.
Los uniformados están junto al Chinampa 4:20, inmueble asegurado por la Unidad Especializada en Investigación de Homicidio Doloso y Narcomenudeo de la Procuraduría.
Ahí, el 4 de noviembre, se realizó un cateo narcótico. Una llamada anónima, siete días antes, alertó a las autoridades sobre la venta de mariguana en galletas y gomas de dulce. El sitio está ubicado frente a la Preparatoria número 1 de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Los agentes de investigación detuvieron a diez personas, un adulto, cinco mayores de edad y cuatro adolescentes, los jóvenes eran estudiantes de la Preparatoria número 1.
Miércoles por la mañana. Han pasado 12 días de los hechos. Los policías hacen guardia en el Chinampa. En el local se vendían plantas, nutrientes, macetas y se daba atención en jardinería, paisajismo y asesoría. Era una fachada.
Frente a la Preparatoria, en las jardineras salpicadas entre los locales, hay pocos estudiantes. Unos cuantos grupos de jóvenes. La mayoría son del primer semestre que han salido temprano de clases.
A lo lejos se ven los policías. Los alumnos pasan frente al Chinampa y murmuran. Siguen su camino. Los uniformados hablan entre ellos. Miran a los estudiantes y a la gente sin darles importancia.
Una joven, de primer semestre de la Prepa 1, dice que a su compañera la detuvieron, que le quitaron todas sus cosas, que no se las devolvieron y después la dejaron libre.
La estudiante cuenta que ya se sabía que ahí vendían mariguana, que, a su compañera, que era subjefa de su grupo, la detuvieron porque estaba el Chinampa cuando llegó la policía.
A unos cuantos metros delante de ella, una pareja de jóvenes, también estudiantes de la Prepa, dicen que todo empezó por la venta de shishas en el Chinampa, que son pipas de tabaco, pero que después vinieron las galletas, gomas, brownies y shishas de mariguana.
El 7 de noviembre un juez de control dictó la vinculación a proceso de una persona de identidad reservada con iniciales L. E. V. C., por el delito de narcomenudeo con fines de comercio.
El hombre fue detenido en el Chinampa 4:20 en donde se aparentaba la venta de plantas de ornato, sin embargo, se comercializaba mariguana a clientes y estudiantes de la Prepa 1.
Cuatro adolescentes quedaron libres, a los cinco jóvenes se ordenó continuar su proceso en libertad luego de que el delito por el cual fueron retenidos no ameritaba prisión preventiva oficiosa y por aportar datos de prueba que ayudaron en la investigación de los hechos. El hombre vinculado a proceso permanece bajo la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa.
Dos jóvenes altos, uno más que otro, pasan junto al Chinampa, miran a los policías, las cintas con las que el lugar está rodeado, las dos motocicletas de los uniformados y siguen su camino.
Más adelante, sentados en una jardinera cuentan lo que saben del Chinampa con una sola condición: no revelar su identidad. Lo primero que dicen es que ellos llegaron ir a diario al lugar.
- ¿Qué vendían en ese sitio?
-Al inicio del semestre pocos sabían que vendían mariguana, nosotros somos de nuevo ingreso y nos decían que ahí vendían galletas, porros y gomitas de mariguana, eso fue en marzo. Primero vendían las shishas normales y a los de confianza les vendían las shishas felices que ya tenían mariguana.
Los dos estudiantes cuentan que en el Chinampa en un inicio solo se vendía a alumnos de confianza, que el dueño había hecho una lista de los clientes habituales con sus números telefónicos pero que después la situación se salió de control y se vendió a todos sin excepción.
-Ustedes cuando iban ¿qué consumían?
-Llegamos a consumir mariguana, galletas, brownies, shishas felices, pero la mayoría eran shishas normales. La shisha feliz tenía mariguana y un saborizante.
De acuerdo con ambos estudiantes algunos profesores de la Preparatoria se enteraron de la venta de mariguana a los alumnos, que le reclamaron al dueño porque sus compañeros llegaban mal a clases, que se dejó de vender por un mes pero que después la venta siguió.
- ¿Entonces los consumidores de la droga eran los alumnos de la Prepa 1?
-Sí, la mayoría. Había un tiempo en que eran las ocho de la mañana y ya estaba lleno, también podías reservar. Iban de todos los semestres, la mayoría de primero.
- ¿Ustedes cómo se enteraron de que ahí vendían mariguana?
-Nos invitaban los mismos compañeros.
- ¿Quién atendía el lugar?
-Tres chavos. El dueño era muy amable, tenía aproximadamente 35 años.
- ¿Cómo era el lugar?
-Había muchas plantas en la entrada, estaba el mostrador y atrás había una cortina y el lugar donde preparaban las shishas, dabas vuelta a la izquierda y había un patio donde había mesas y baños.
- ¿Y cómo se enteraron de que lo cerraron?
-Nosotros íbamos pasando cuando vimos a los policías, sabíamos que algún día iba a pasar eso.
Los dos jóvenes dicen que fueron los negocios de al lado quienes denunciaron la venta de droga a las autoridades. Fue una llamada anónima la que echó abajo el negocio.
Los estudiantes cuentan que una semana antes de que cerraran el Chinampa ambos consumieron brownies y que el dueño era su amigo. Entre risas se despiden con cinco palabras: que lo vuelvan a abrir.