Cosplayer de Pachuca señala que la discriminación es un acto de ignorancia

Candy Copca es una joven que gusta del anime y hoy, a diferencia de seis años atrás, puede salir personificada sin ser señalada, por lo que, indicó que lo sucedido en Plaza Galerías en días pasados es un acto lamentable e “ignorante”, que no debería suceder nunca más, ya que se vive en otra época de respeto y libertad.

Señaló que, la discriminación en su caso fue más agresiva años atrás cuando cursaba la secundaria y Candy, sin saberlo, ya era fan del anime -tomando en cuenta que, su madre al ser seguidora del anime Candy Candy de principios de los años 80 la bautizó con ese nombre- así que “tuve que soportar los tres años con las agresiones”, cuenta.

Recordó que, pese a que no iba disfrazada, “siempre cargaba mi mochila de Naruto o mi lapicera de Sakura y me molestaban bastante porque me escondían mi mochila o hasta me colocaron pegamento en mi asiento, me llegaron a pegar al salir de la escuela y esos tres años viví hostigamiento.

“Pese a que mi mamá y mi papá hablaban con la directora, las y los maestros no hacían caso y solo mencionaban que eran cosas de niños, así que no ganaba nada de quejarme ante tal agresión que padecía porque me gustaba el anime”.

Candy es parte de la sociedad económicamente activa y puede comprarse sus disfraces, pelucas y accesorios para seguir dentro de esta comunidad que disfruta del cómic y el anime, “y estos gustos deben ser respetados y creo que sí ha habido un cambio, porque las generaciones van abriendo los ojos a muchas cosas, la gente ya no es tan cerrada de mente, es más respetuosa y ya no he tenido problemas.

“Es por ello que me asombra que siga habiendo estos actos de discriminación, sobre todo en Plaza Galerías, pero como les digo a todos, hay otras plazas más en Pachuca a las que podamos ir, porque no era la primera vez que sucedía una situación así, ya eran varias, por lo que no vale la pena que nos traten así.
 Esperemos que, después de esto, la situación mejore para todas y todos nosotros que necesitamos y nos gusta ir a esos lugares, a adquirir productos, a disfrutar de alguna comida o postre y salir caracterizados”, señaló la joven.

Indicó que su gusto por el anime fue desde que era una niña, “porque los fines de semana, mis padres, mi hermana y yo veíamos a los Caballeros del Zodiaco o Sailor Moon, así que, siempre me gustó el anime y de ahí, creo que me encanta y no dejaré de disfrutar de ese mundo”.

Actualmente, Candy trabaja y junta dinero para comprar sus disfraces y pelucas, “porque sí le tienes que invertir”, acude a los eventos y sabe que más jóvenes de su edad también forman parte de este gusto, “es más, he visto que algunas de las compañeras de secundaria que me molestaban ahora también disfrutan del anime y el comic, por lo que creo que esa agresión es porque ellas no podían aceptar ese gusto, y ojalá que lo hubieran podido disfrutar años atrás para que yo no hubiera sufrido esas agresiones”, concluyó.