A días de concluir su operación, el albergue invernal de Pachuca se convirtió en un lugar de refugio no solo para la gente que vive en las calles, sino para mujeres y menores víctimas de violencia familiar, por lo que encargados del sitio advierten que es necesario contar con un espacio que sea permanente y de ayuda a la sociedad.
Pamela Alvasanto, coordinadora del albergue invernal en la capital hidalguense, promotora de que se cuente con un espacio permanente y activista por los derechos humanos y ambientales, señaló en entrevista con MILENIO, que el sitio del que ya se dispone de forma tradicional cada año en la calle Camerino Mendoza, colonia Morelos, frente a la gasolinera Dos Caminos, ha servido para reinsertar a población que vive en las calles, además de que se reciben a víctimas de violencia intrafamiliar y personas con adicciones.
Previo al cierre del albergue, programado para este martes 28 de febrero, debido a que solo se dispone del espacio de noviembre a febrero, Alvasanto realiza un balance de lo acontecido en este invierno 2022-2023.
“Lo veo positivo a pesar de lo que ha pasado, año con año evolucionamos, aprendemos de nuestros errores, crecemos, mejoramos, vemos qué podemos implementar, tenemos 150 personas atendidas y 40 personas reinsertadas, lo cual nos da una tasa alta y nos tiene muy contentos.
“Desafortunadamente este refugio invernal cierra el 28 de febrero y las personas que no hayamos logrado reinsertar vuelven a la calle, nosotros pedimos donaciones porque aunque el municipio quiera hacer muchas cosas, quiere apoyarlos, no cuenta con un presupuesto etiquetado para ello, no sé si sea una falta de protocolo, falta de comunicación entre las instituciones, pero llegan aquí y no se les niega el ingreso, niñas, niños, adultos mayores, fueron víctimas de diferentes tipos de violencia y lo único que buscan es un lugar donde resguardarse, donde sentirse seguros y recibir un alimento, recibir una cobija y no padecer el frío”, expresó.
Respecto a cuánto dinero o presupuesto recibieron de las autoridades para operar el albergue invernal o en qué ayudaron tanto el municipio de Pachuca como gobierno del estado o DIF, señaló que hubo aportaciones de los funcionarios públicos de todos los niveles, así como de la sociedad civil, sin embargo, reconoce que es insuficiente debido a todas las atenciones que deben brindar a las personas en situación vulnerable.
“Como organización no recibimos ningún apoyo económico, pero sí recibimos el respaldo del municipio con el inmueble, que no es poco, con los sanitarios, con el personal médico permanente que nos ha podido apoyar a establecer medicamente a las personas, con seguridad pública, con el lavado de las cobijas, con acciones de sanitización y no del presupuesto del municipio, sino del sueldo de los funcionarios públicos ellos donan para los alimentos”.
Sobre cómo se podría tener un albergue municipal abierto de tiempo completo todo el año, o cuál es la propuesta, Pamela Alvasanto explicó que se ha planteado tener un espacio permanente, pero sobre todo se ha dejado en la mesa del Congreso varias propuestas para que los diputados las analicen.
“Hay varias opciones, desde tener albergues en municipios donde hay mayor población como Pachuca y Mineral de la Reforma o uno que de atención a la zona metropolitana que pudiera dar servicio a los municipios aledaños, pero también tenemos una propuesta que los albergues que existen ya amplíen la forma en que reciben a los usuarios, son tres propuestas que hicimos llegar a las y los legisladores.
“Que se sumen, que se den cuenta que todos podemos llegar a una situación de calle, la mayoría no quieren estar en esa condición, llegaron a esta situación porque fue la última opción que tuvieron”, finalizó Pamela Alvasanto quien emplea sus redes sociales para convocar a organizaciones y activistas a que aporten despensas, medicamentos, al tiempo que comparte un mensaje diario para sensibilizar a la sociedad.