El Operativo Chocolate de Protección Civil de Monterrey inicia debido al descenso de la temperatura que se presenta en la ciudad, donde recorren las calles en busca de personas vulnerables para ayudarlas.
Entre esas personas hay cientos de personas en situación de calle, quienes tienen una extraña y dudosa libertad, los cuales no tienen deudas ni obligaciones, pero tampoco tienen una casa, atención médica o una comida digna.
Entre esos cientos de indigentes se encuentra Jorge, un hombre de 26 años del sur de Veracruz, el cual desde hace 13 años vive en las calles, mismo tiempo que tiene sin saber de su familia e incluso intuye que su madre ya ha fallecido.
Relató que hace dos meses llegó a Monterrey y sin trabajo formal se gana la vida al ayudar a taqueros en la zona aledaña a la Central de Autobuses.
Asimismo, comentó que duerme donde lo sorprenda la noche, este viernes fue en la puerta de la Arena Coliseo.
Jorge mencionó que no tiene amigos, afirmando que vivir en la calles es más un conjunto de personas que se ayudan debido a un beneficio mutuo, donde difícilmente se puede confiar.
"Aquí no son amigos, son 'ayúdame y yo te ayudo', aquí es como la cárcel, si te pones bravo se te ponen bravo".
"Si la vida es difícil en la cárcel, en la calle es peor porque aquí te puedes morir de hambre y frío, y en la cárcel no".
"Nosotros no éramos para nada un movimiento homogéneo, pero ante la amenaza a las futuras generaciones todos nos unificamos", precisó.