¿Hay algún término que permita describir el talento de los artesanos mexicanos? Quizá “magia” sería uno de los más apropiados, aunque a decir verdad no hace justicia a tal despliegue de creatividad e imaginación.
En madera, piedra, fierro, textiles, no hay material en el cual no se haya plasmado un poco de la enorme diversidad cultural que permea esta hermosa tierra.
Desde Baja California hasta Yucatán, de la costa chica en Guerrero hasta las playas del Golfo de México, cada región tiene su muy particular encanto y medios para mostrar a propios y extraños las historias, temores, herencias y costumbres, entre otros muchos aspectos de la vida diaria, por eso hay razón cuando se dice que nuestro país es un verdadero mosaico de posibilidades y cultura.
Por supuesto, las personas dedicadas a crear con alambre no son la excepción y puede usted confirmarlo este fin de semana allá en la plancha de la Plaza Independencia, a un costado del reloj monumental, icónico guardián de la bella airosa.
Una primera vez
Desde diferentes puntos del país se han dado citada en nuestra ciudad para participar en el Encuentro Nacional Maestros del Alambre, el primero en su tipo que se organiza en México, al igual que en el Concurso Nacional de Alambristas, entre cuyas bases sobresale una que obliga al artesano a elaborar una pieza “de autoría” durante estos dos días en la propia sede del evento donde, el próximo domingo después de la una de la tarde, se dará a conocer el nombre de la persona ganadora.
Arrancó la tarde de ayer con la asistencia de una treintena de expositores y creadores, a quienes se sumaron también otro tipo de artesanos, de los ramos textil, estético e incluso alimentario. Al inicio fue una jornada tranquila, pero conforme pasaban las horas la gente empezaba a llenar los pasillos cubiertos bajo el enorme enlonado dispuesto para ello.
Este encuentro y concurso fue organizado por artesanos independientes y en especial por las organizaciones Pachoacan y el Colectivo Hidalguito.
Desde otras latitudes
Xochiquetzali Torres Guerrero vino desde Guadalajara, Jalisco. Tiene 23 años de trabajar haciendo lo que ella llama “artesanía mestiza” porque mezcla técnicas de diversas partes del mundo para hacer sus piezas, como el collar con el que participará en el concurso.
Mauricio Sánchez llegó desde Jalapa, Veracruz. Le hicieron la invitación a este encuentro de “alambreros” y acudió gustoso porque desde hace al menos 40 años se dedica a esta actividad. Los viajes a Sudamérica, gracias a su actividad como músico (toca la quena), le permitieron aprender diferentes técnicas para elaborar artesanías con ese material y a ello se dedica desde entonces y, aunque afirma que la mejor plaza para comercializar sus creaciones es sin duda el caribe mexicano, especialmente por el turismo extranjero, quienes sí tienen el poder adquisitivo y aprecian bastante lo hecho a mano, no podía dejar pasar esta oportunidad.
La sonriente Claudia Hernández Galván se enteró a través de las redes sociales del evento y decidió viajar desde Aguascalientes para participar y no desaprovechar la oportunidad. Con más de 22 años dedicándose a trabajar este tipo de materiales llegó con toda la actitud y dice que el domingo se presentará al concurso con un collar elaborado con varias técnicas, como la japonesa kumijimo, tramado, cestería y otras, por lo que no duda en invitar a la población a acudir y adquirir alguna de las hermosas piezas que tiene a la venta.
Miguel Bahena viene de Ixmiquilpan, Hidalgo, quien desde hace 15 años empezó a trabajar este tipo de manualidades, aunque más enfocado a la bisutería. Su actividad principal es la elaboración de artesanías en concha de abulón, pero es un material que no se puede trabajar en eventos y por eso empezó a trabajar en alambre, para aprovechar los “tiempos muertos”.
Con una tradición familiar de más de cinco generaciones dedicados a trabajar el alambre, el también hidalguense Rafael Vizuet Balderas presentará un pectoral con grecas, argolletas y aunque no tiene claro cómo serán los detalles de su creación, no duda en afirmar que todo está en la mente porque nada es copiado y todo surge al momento.
Desde San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Eliel Escobedo García acudió a mostrar esta añeja tradición familiar y exponer su trabajo hecho en alambre con engarces y tejidos con los que se hacen diferentes tipos de obras; aunque lo pinta muy sencillo (“se corta argolla por argolla y se van ensamblando una por una…”), sus creaciones laboriosas y muy bellas.
Alejandro Aspeitia viajó desde Zacatecas para participar en este evento. Él presentará un collar con una obsidiana y si bien entrará al concurso, aprovechará para abrir mercado porque otra de sus actividades está relacionada con la venta de minerales, elementos necesarios para la gran mayoría de quienes crean artesanías con alambre.