Tras cuarta ola de covid, el timbre volvió a escucharse en las aulas y el patio de la escuela secundaria 24 “Hermanos Flores Magón”, en la colonia Topo Chico, en Monterrey.
Es el mismo que retumbó en 91 por ciento de las 5 mil 317 planteles de educación básica pública y privada de Nuevo León, los cuales muchos de ellos del sistema público permanecieron cerrados por más de casi 22 meses debido a la pandemia.
Regresaron a clases presenciales 337 de 470 alumnos de esta escuela, 80 por ciento, aunque no así en Nuevo León, que se estimó hayan vuelto de 60 a 70 por ciento de un millón 046 mil alumnos de planteles públicos y privados.
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Este lunes, Samuel García Sepúlveda entregó la bandera a la escolta estudiantil y encabezó los honores al lábaro patrio y el regreso a clases presenciales junto con Sofialeticia Morales, secretaria de Educación, y Evangelina Santos García, directora de esta escuela secundaria.
El gobernador informó que unas 400 escuelas fueron apadrinadas por todas las dependencias para ser limpiadas, pintadas y rehabilitadas.
La alumna de la escuela Galilea Martínez Sáenz, de tercer año “C”, dirigió un mensaje a los presentes.
“La pandemia nos obligó a perder dos años de educación presencial y pasar a uno virtual, que la gran mayoría de nosotros no pudimos aprovechar por no tener tablet o computadora o dinero para pagar el internet, debido a la pobreza de recursos económicos de nuestros padres.
“Aunado a esta pandemia de rezago, existe la otra que no se ve, pero que sí vivimos, me refiero a la pandemia silenciosa, aquella que refleja los problemas emocionales por falta de una convivencia entre las y los alumnos, la violencia en jóvenes, sobre todo en niñas en sus hogares, causa de la pobreza, hacinamiento, el estrés y las carencias distintas que no motivan el deseo por salir adelante”, señaló.
Luis Ángel de la Cruz Madrid, de 14 años, estudiante del grupo 16 de tercer grado, no escondió su emoción de regresar tras dos años de tomar clases en su casa por la pandemia.
“Desde el inicio de la pandemia que no venimos, desde hace dos años, se siente muy bien. En clases presenciales aprendemos más y cosas nuevas. Ya extrañaba mucho a los compañeros”, relató.