San Valentín: amor y amistad… que mata

En este especial del 14 de febrero te recopilamos algunas historias de amor y amistad que terminaron en muerte.

En este especial de San Valentín te contaremos historias de amor y amistad que terminaron en crimen.
Monterrey /

Cada 14 de febrero es el mismo escenario: flores, globos, regalos, parejas de enamorados, grupos de amigos, todos celebrando el día del amor y la amistad. Sin embargo, hay algunos amores y amistades que matan.

En este especial de San Valentín te contaremos historias de amor y amistad que terminaron en crimen y que estuvieron en el ojo de la opinión pública. Todos estos hechos tuvieron lugar en Nuevo León.

“El Asesino de Cumbres”

Diego Santoy y Erika Peña Coss.


Uno de los casos más sonados y hasta ahora más popular en la historia reciente de Monterrey, es el que involucra al ya conocido Diego Santoy y Erika Peña Coss. Su historia comenzó en 2004 cuando se conocieron en una fiesta, de inmediato se sintieron atraídos.

Tras intercambiar teléfonos esa noche, empezaron a salir y conocerse, para de inmediato empezar una relación de novios que, según testigos, se caracterizaba por celos, peleas y discusiones que cada vez subían más de tono.

Finalmente dos años después, Erika decidió poner fin a la relación con Diego. Como era de esperarse, él no aceptó. Fue la madrugada del 2 de marzo del 2006 cuando Diego llegó a la casa de Erika, ubicada en la colonia Cumbres en Monterrey, para intentar arreglar la relación. Sin embargo, los hechos se tornaron violentos y él asesinó a los hermanos de su ex novia, de 3 y 7 años, e hirió a Erika. Ella logró sobrevivir y actualmente hizo su vida lejos de Monterrey. Diego Santoy permanece recluido en el Cereso de Cadereyta.

“La Casa de las Mariposas”

Liliana Verónica Elizondo Guajardo, de 38 años de edad, era una diseñadora gráfica. Fue asesinada por su esposo, el abogado Mario Maldonado de la Garza, de 44 años.

El crimen ocurrió la mañana del 25 de enero de 2011 al interior de la casa marcada con el número 2746 de la calle Joseph Robertson, en la colonia Chepevera en Monterrey. La vivienda se caracterizaba por sus jardines y patio bien cuidados, así como adornos que destacaban: mariposas por todos lados. De ahí el nombre de este caso de amor que terminó en tragedia luego de 16 años.

Liliana recibió 53 puñaladas en diferentes partes de su cuerpo por parte de su esposo, quien minutos antes le reclamó una infidelidad. No era la primera vez que discutían por ese motivo, sin embargo fue la última al decidir acabar con la vida de su esposa y dejando en la orfandad a dos hijos.

Los datos que obtuvo la autoridad sobre este caso fue que un día antes del crimen, la diseñadora recibió un arreglo de flores en su casa y esto originó una discusión. Mario decidió salir del hogar y pasar la noche en un hotel. A la mañana siguiente, fue a la casa de su mamá y posteriormente se dirigió a su vivienda donde esperó a Liliana en la recámara.

Allí, le gritó que ya estaba harto y la acuchilló en repetidas ocasiones. Posteriormente abordó su auto y se deshizo de la ropa ensangrentada, para después regresar a la casa y fingir que así había encontrado a su esposa. Luego de ser investigado, finalmente confesó el crimen y dijo estar en paz.

“El Homicida de Juárez”

Brandon y Carolina.


La noche del 16 de octubre de 2021, Brandon, de 23 años, asesinó a su esposa Carolina, de 25 años, y a sus dos hijas de 4 meses y 4 años de edad, en una vivienda del municipio de Juárez, Nuevo León.

De este caso se dio a conocer que el homicida, por la mañana había salido de un centro de rehabilitación y tras convivir todo el día con la familia, cometió el crimen. El joven también asesinó a su mamá y a su padrastro. Posteriormente se entregó a la policía.

“Andrómeda”

Andrómeda Cordero.


Los constantes problemas con su esposo la llevaron a cometer crímenes contra sus hijos. Andrómeda Cordero Flores mató a sus dos hijas e intentó lo mismo con su hijo, quien logró sobrevivir.

Fue el 7 de septiembre de 2015 cuando la madre de familia tomó esta decisión alegando los problemas que tenía con su esposo. El doble crimen de las pequeñas ocurrió en la casa de la familia ubicada en la colonia Rincón de las Cumbres en Monterrey.

Tras asesinar a sus hijas y lesionar al otro menor, la mujer intentó quitarse la vida pero solo perdió el conocimiento. Actualmente tiene una sentencia de 56 años de prisión y niega ser culpable de los hechos que se le imputan.

“Ana Nassar”

Julio Castrillón.


Ana Nassar y Julio Castrillón eran amigos. Él tenía 16 años cuando decidió matarla sin piedad y ocultar su cadáver en el patio de su casa.

Este crimen que terminó con la vida de la menor Ana, de 13 años, se registró el 29 de enero de 2002 en una vivienda de la colonia San Jerónimo en Monterrey.

Tras ser detenido, Julio Castrillón confesó que mató a Ana Nassar al golpearla en la cabeza con dos mancuernas para hacer ejercicio, para después hacerle varias heridas con un arma blanca y cortarle un dedo. Posteriormente, enterró el cuerpo en el jardín.

Castrillón fue internado en el Tutelar para Menores donde estuvo hasta el año 2007, y después fue liberado. Nunca se supo el motivo que llevó a matar a su amiga.



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