Raúl Ortiz Pulido es biólogo de profesión y estudió un doctorado en Ecología y Recursos Naturales y le gusta ver el cielo de día y de noche, descubrir la belleza de las estrellas y los planetas que se esconden para ser descubiertos en medio del espacio.
Tenía ocho años cuando descubrió a Saturno y sus anillos, cuando salió a jugar y descubrió a sus vecinos estadunidenses ocupando un telescopio para ver las estrellas, “y les pregunté para qué servía, y ahí quedé fascinado con lo que pude ver detrás de esa lente”.
Creció, estudió biología y ya estando en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), se dedicó a buscar un grupo de aficionados a ver el cielo y no encontró algún grupo, así que decidió crear la Sociedad de Astronomía de la UAEH, junto con el profesor Ulises Ruiz, hace 20 años.
“Nos propusimos a armar ese grupo aprovechando que, en noviembre de ese año, se acercaba una lluvia de estrellas y fue un gran pretexto para reunirnos y convocar a todos los que estuvieran interesados en la UAEH.Recuerdo que nos fuimos a San Agustín Tlaxiaca, en tres diferentes grupos, pero cada quien hizo sus observaciones y vimos como 300 estrellas fugaces y, a partir de ahí fue que iniciamos a reunirnos las personas que nos gustaba ver el cielo de disfrutar de las bellezas del cosmos”, indicó.
Es así como poco a poco investigadores, estudiantes, profesores, amas de casas, niñas y niños, adultos mayores comenzaron a conformar este grupo que se reunía los fines de semana y, de forma empírica, fueron aprendiendo cada vez más.
“Sí hubo aproximaciones con expertos, con astrónomos, pero era difícil que vinieran seguido acá, así que mejor como aficionados que ya conocemos mucho, pudimos aprender nosotros mismos y cada semana cada uno daba una plática de lo que sabía de astronomía y pues a 20 años, ya sabemos un montón”, dice.
En este entusiasmo que le da a Ortiz Pulido mirar el cielo, sabe que todas y todos los que participan en esta actividad buscan lo mismo, no así los investigadores que, debido a los complejos sistemas satelitales que se han creado para tener mejor resoluciones de imágenes del espacio, “porque ahora ellos ven el cielo a través de una computadora y sabemos que también se emocionan igual que nosotros, pero lo de ellos va más allá de ser aficionados, pero a todos nosotros nos gusta el aire libre y creemos que eso supera todo, así que somos aficionados y nos encanta ver el cielo en convivencia”, dice.
Señala que la pandemia de covid-19 detuvo estas actividades, “pero pronto reanudaremos estas salidas para que más personas se acerquen a observar el cielo”, indica, ya que, precisamente es uno de los objetivos que tiene el Día Mundial de la Astronomía, acercara la gente común, inundando las ciudades de telescopios y motivando a las próximas generaciones a interesarse por esta ciencia.