Entre puntadas e hilos de colores, María aprendió a tejer desde niña y ahora da clases

"La vida es un tejido" para María del Socorro Zárate realizar prendas diversas a gancho y agujas también es poner sus estados de animo en ellas y una manera de sacar el estrés

María del Socorro Zárate aprendió a tejer gracias a las enseñanzas de su madre. (Elizabeth Hernández)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

“La vida es como un tejido”, asegura María del Socorro Zárate, quien desde que era una niña, aprendió a tejer gracias a las enseñanzas de su madre, y después en la escuela, en donde encontró en esta actividad una manera de controlar su estrés y de sobrellevar sentimientos como enojo, tristeza o preocupación, y ahora es parte de vida y economía.

En este último día del 2021 ha colocado algunas de sus prendas, como bufandas, gorros, chalinas, suéteres, bolsas y chambritas, sobre una mesa dentro del pasillo artesanal que se puso en Plaza Juárez, y en donde espera que alguien adquiera alguna pieza para regalar en este Año Nuevo.


“Yo elaboro todas estas prendas, unas a gancho otras en agujas y también trabajo el telar, así como el listón y me he animado a hacer cosas innovadoras, como bolsas con las pestañitas de las latas, así que me doy a la tarea de trabajar en ello y ha realizado bufandas, gorros, cuellos, chales, suéteres y ropita de bebé.
“Aprendí desde niña, pero hace unos 30 años perfeccioné mi trabajo con la maestra Imelda Rico, porque las hacía a mi manera, sin buen terminado ni estética, pero gracias a ella logré perfeccionar mi trabajo, y ahora ya doy clases”, dice.

Señala que las personas no adquieren mucho este tipo de prendas ya que “se les hace caras, no se valora el trabajo, pero para mí, además de las ventas, ha sido una terapia para desesestrés, cuando uno está alterado porque el tejido te va hablando de tu mismo sentir, porque si uno está mal, se aprietan los puntos.

“El tejido y la vida van de la mano, porque en éste puedes expresar todo, se va tejiendo tu destino, y cada prenda es un logro, como en la vida misma, porque muchas salen de tus estados de ánimo, del cariño que estés siendo, de las experiencias, y a veces uno se confunde y debe regresar al punto bueno para seguir creando la prenda, la vida misma”, dice.

Señala que esta actividad le ha ayudado a mantener un control de sus estados de ánimo, a relajarse y ha terminado siendo su fuente de empleo y solo espera que las ventas mejoren el próximo año, “además de seguir compartiendo con más personas mi conocimiento, porque sé que es parte de las actividades que ayudan a controlar todo lo que pasa en la vida, además de que es una experiencia única, como la vida misma”, concluye.

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