Tradición en riesgo... Celebran a San Francisco de Asís con feria en Pachuca

Así se celebra este año la Tradicional Feria en honor a San Francisco de Asís en Pachuca

Tradicional Feria de San Francisco. (Alejandro Evaristo)
Alejandro Evaristo
Pachuca /

El atrio de la iglesia de San Francisco está lleno de gente. Avanzan con dificultad entre los puestos de artesanías y algunos de alimentos.

El jolgorio característico del pasado se ha quedado en ello precisamente y la afirmación no es una ocurrencia. En las calles aledañas solo hay presencia de vehículos y transeúntes, ya no hay juegos mecánicos ni la misma cantidad de antojitos tradicionales y toda la festividad al patrono pachuqueño se reduce al atrio de la iglesia y el patio entre la fototeca y el Cuartel del Arte.


Recién informaron que el Museo de la Fotografía va a cerrar sus puertas por mantenimiento, del 4 al 6 de octubre.

Qué pena...

El recorrido

A lo lejos se escucha el concierto de Ebun Wolves, jóvenes rockeros de San Agustín Tlaxiaca. 

Las campanadas hicieron el tradicional llamado desde la cúpula en lo alto de la iglesia para que la feligresía acuda a la misa de las 12 mientras, en el atrio, se preparan gorditas de nata y maíz; también hay canastas repletas de buñuelos y ollas con la miel de piloncillo.

Jacqueline Peña y Laura Rosas preparan las gorditas y se dan tiempo para atender las indicaciones del personal de Copriseh, quienes les recuerdan el uso de cubrebocas y cofia porque son medidas básicas de sanidad en la preparación y venta de alimentos.

Ellas tienen más de 30 años acudiendo a vender este tradicional antojito, aunque desde hace dos años han visto mermas en sus ventas porque ya no hay tanta gente, ya no hay opciones en esta feria tradicional porque las autoridades así lo decidieron si pensar en comerciantes como ellas.

Para ser honestos son pocos, poquísimos los puestos con comida, así que el recorrido permanente de los funcionarios de sanidad se hace en pocos minutos.

No han encontrado irregularidades pero, de hallarlas, retirarán el puesto y darán vista a la gente de Reglamentos y de Desarrollo Económico municipales. Dicen que hay coordinación.

El único puesto de tacos está más que listo para los comensales y ya preparan el bisteck, el suadero, la longaniza y las tradicionales salsas.

Son ya 28 años de vender durante estos cuatro días de feria y la gente les conoce. No dudan en reconocer que las ventas dismunuyeron porque ahora , desde el año pasado, solo están aquí y ya no llega tanta gente como antes. La tradición, dicen, se está perdiendo.

Por el contrario, la señora Isaura, quien atiende uno de los dos puestos de elotes y esquites que se colocaron en el lugar, asegura que está mejor porque sua ventas están iguañ que siempre desde hace 20 años.

Se camina con algo de dificultad pese a que la mayor parte de la gente está o en el templo o en el área de artesanías. Huele a ponche y las piezas del tradicional pan de feria le hacen a uno ojitos, como se dice por ahí, pero la grande cuesta 80 pesos y la chica 50 pesos: habrá que esperar al fin del recorrido ppr si a los niños se les antoja algo.

Don Eduardo Santos está en espera del primer cliente. Sus aguas frescas naturales se ven riquísimas, pero ante las condicio es climáticas la gente prefiere un cafecito o un atole. Es la primera vez que viene, confía en que las cosas mejoren antes de que esta fiesta de cuatro días termine el próximo domingo.

Al lado, los amigos artesanos creían que las ventas serían mejores aquí que en la explanada de Plaza Independencia, para algunos sí fue así, otros ni siquiera llegan porque todos sabemos que las ferias y su mejor momento son de noche.

La señora Cervantes solo ve ala gente pasar y apenas echar un vistazo a sus buñuelos. Es una pena, dice, es la segunda vez en más de 30 años que el negocio familiar luce así... vacío...

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