Roberto Salinas Rivera, es el delegado de la comunidad el Bordo desde hace seis años y dice que la tragedia de la mina había quedado olvidada hasta que se cumplieron 100 años de los hechos.
El 10 de marzo de 1920 la mina el Bordo registró un incendio, se evacuó a los trabajadores pero no todos pudieron salir, 87 mineros perdieron la vida entre el fuego y siete sobrevivieron. Han pasado 103 años.
“Desgraciadamente había quedado olvidado tanto por los vecinos de aquí como por todos, a raíz de los 100 años del incendio que se hicieron varios eventos, fue cuando se empezó a revivir todo esto y a partir también del libro que sacó Yuiri Herrera”, cuenta el delegado.
El libro de Yuri Herrera titulado ‘El incendio de la mina de El Bordo’ se presentó en diciembre de 2018, poco antes de los 100 años de la tragedia, reconstruida por el escritor originario de Actopan.
“Los vecinos más jóvenes fueron los que se enteraron apenas de los hechos que habían ocurrido aquí, las personas más grandes sí lo sabían pero no le daban la importancia debida”, dice el delegado.
Los 87 cuerpos de los mineros está en una fosa en la que no hay una placa que indique están ahí, se encuentran en un terreno desolado, vigilado a lo lejos por un pequeño árbol, el viento mueve la tierra suelta pero no las piedras del lugar.
En la fosa hay una cruz de fierro, pintada de un café que la hace parecer oxidada, dice así: en memoria de los 87 mineros que fallecieron en la mina el Bordo, 10 de marzo de 1920-2021. Comunidad del Bordo.
“Desgraciadamente familiares de los fallecidos no hay ya aquí en el barrio, entonces solamente es cada año que se les pone su corona de flores y algunas flores por colectivos, pero prácticamente todo el año queda olvidada la fosa”, cuenta Roberto Salinas.
A lo lejos, frente a la fosa donde están enterrados los 87 mineros, en el Centro Comunitario el Bordo, está el memorial dedicado a su recuerdo, construido por las autoridades municipales hace tres años en el marco de los 100 años de lo sucedido.
El memorial son estructuras de metal rojas levantadas en lo alto con el nombre de los mineros y los siete sobrevivientes. De los 87 trabajadores que perdieron la vida 14 no fueron reconocidos y el memorial solo dice minero no reconocido.
También están los nombres, en estructuras de color gris, de los siete sobrevivientes del incendio de la mima quienes salvaron la vida: Filomeno, Fortino, Daniel, Salvador, Eulogio, Félix y Lucio.
-¿Por qué el memorial está lejos de donde está la fosa con los 87 mineros?-, se le pregunta al delegado de la comunidad.
-El memorial se hizo ahí porque ahí están los restos de la mina, es por eso que se eligió hacerlo ahí. Se tiene contemplado hacer otro donde están los cuerpos enterrados ya sea un memorial o una capilla en honor a ellos.
-¿Y ya no hay familiares de algún minero?
-No, de los fallecidos ya no.
Roberto Salinas dice que actualmente hay dos minas en el Bordo, la Dinamita y la Escandón y precisa que ya no trabajan, que dejaron de funcionar hace mucho y que ambas están en ruinas.
El delegado se lamenta que las minas, de las que se extraía plata y oro, no le dejaron absolutamente nada a la comunidad más que los 87 fallecidos. Cuenta que actualmente el Bordo tiene cerca de 350 habitantes quienes son desde albañiles, choferes y licenciados.
-¿Por qué la comunidad se llama el Bordo?
-Por la mina que estaba encima de un bordo.
-¿Y la gente recuerda lo sucedido en la mina?
-Sí se recuerda, pero desgraciadamente se recuerda cuando nos visita alguien porque entre los vecinos prácticamente ha sido olvidado.