Guillermina Cordero Pastrana arregla detalladamente su puesto, ubicado dentro de la Expo Feria Tulancingo 2022, en el Pabellón Artesanal, en donde ha colocado cada uno de los accesorios que realizó desde hace dos años y medio cuando fue diagnosticada con cáncer cervicouterino en etapa cuatro.
Recuerda el momento en el que el médico no le dio esperanza de vida "y me decía que solo tendría como un año de vida máximo", tras la noticia además del estrés en su cuerpo, mente y espíritu, se le desarrolló una trombosis y tuvo que usar silla de ruedas para poder moverse.
Guille sonríe mientras acomoda en par las mariposas que bordó en su cama, "fueron las primeras que me salieron porque considero que fue parte de mi energía y mis ganas de salir adelante las que impregnaba en cada una de las que hacía", dice.
"Hace dos años y medio hice todo esto que vez, mis artesanías que nacieron a raíz de esta noticia y por la que estuve en cama y no sabía qué hacer con mi tiempo, así que empecé a ver tutoriales en YouTube y me encontré con esta técnica que me gustó mucho", dice.
Señala que cada día que estaba postrada en su cama, lograba calmar los malos pensamientos tejiendo y deshaciendo lo que hacía, "porque al principio me costó mucho trabajo y compre mucho material que, al principio como no sabía, pues no era el correcto.
"Pero me empeñé en que me salieran, porque además los accesorios son algo que a mí me gusta ponerme, quería hacerlos para mí, para lucirlos así que en esta lucha perdí material, pero no así la experiencia por lo que poco a poco fui haciendo pieza tras pieza y ahora, tengo la oportunidad de exhibir aquí en la feria, el trabajo que he hecho en estos dos años y medio", dice.
Collares, pulseras, aretes, todo tejido, algunos a o parados con piedras otros con perlas de colores, así, uno a uno los acomoda en un lugar específico para que atraiga la mirada de las personas que pasan entre los locales de este pabellón.
"En algún momento en mi vida me preguntaba por qué a mí no me había tocado ningún don, porque he de decir que vengo de una familia de diez hermanas y yo soy la menor, pero todas ellas saben pintar, tejer, son muy creativas y a mí no se me daba nada.Antes de la noticia, yo le ayudaba a mi esposo en su taller de aluminio que tiene, cuidaba de mis hijos y de mi casa, y me quejaba de todo", sonríe.
Su cabeza le hizo pensar situaciones negativas ante lo que estaba sucediendo, después vino la operación y la recuperación, y mientras evitaba pensar más de lo que ocurría en su cuerpo, ocupó como terapia el bordado de sus piezas.
"Iba haciendo y las guardaba, así fui acumulando y no sabía cómo venderlas, pero eso no me preocupaba, más bien me alegraba estar evitando pensamientos negativos con lo que estaba haciendo, y hacer este trabajo fue mi mejor terapia, junto con el apoyo de mis hijos y mi esposo que no me dejaban hacer nada, así que aturdí al aburrimiento con esto, que ahora es mi negocio y mi emprendimiento", expone.
Limpia su espacio, coloca aromatizante en la cubeta con la que trapea su espacio y ve a lo lejos su trabajo, que le hace recordar que la vida es como uno la quiere ver, y Guille decidió ver el lado positivo de lo que le sucedía y, pese a que le diagnosticaban no más de un año de vida, ya son tres los que ha ganado.
"Gracias a Dios todo va bien, mis estudios me dicen que el cáncer no avanzó y estoy libre de él, y pese a que antes era quejumbrosa, ahora me levanto agradecida, con muchas ganas de vivir porque aprecio cada minuto, cada segundo de mi vida y solo sé que de no haberme pasado esto, no hubiera encontrado mi don que es éste.Me gusta hacer las mariposas, es algo que disfruto realizar porque las mariposas son metamorfosis, volver a nacer, porque yo lo hice, porque ahora veo la vida de otra manera y porque deseo seguir disfrutándola ahora como emprendedora, algo que no hubiese imaginado que podía lograr", concluye.