Libertad individual

Utah se acaba de convertir en el primer estado del mundo en legislar el uso de las redes sociales para menores de edad.

Las nuevas generaciones utilizan las redes sociales como principal vehículo de comunicación. | @daguilargallego
Daniel Aguilar Gallego
Ciudad de México /

Las redes sociales son un tema que nos ocupa, no solo porque todos las utilizamos y son una herramienta fundamental para comunicarnos y hacer negocios, sino también porque se han documentado casos de abuso en el uso de las redes sociales por menores de edad, y que tristemente han terminado en la muerte, como el caso de Molly Russell, quien con 14 años decidió suicidarse en 2017 después de haber consumido y compartido más de 2,100 contenidos en Instagram y Pinterest relacionados con suicidios y autolesiones seis meses antes de morir. 

Para aquellos que tenemos menores en casa, el uso de las redes sociales es un tema prioritario. Ahora, las nuevas generaciones utilizan las redes sociales como principal vehículo de comunicación con sus amigos, conocidos y el mundo, y la "popularidad" de los mensajes o publicaciones hacen que su autoestima e interacción con su realidad social sea más o menos sencilla. 

El uso de las redes sociales en menores de edad es claramente responsabilidad de los padres de familia, al igual que el consumo de contenidos en televisión, juegos de video o el propio Internet. Sin embargo, el gobierno del estado de Utah, en los Estados Unidos, ha ido más allá. 

Utah, un estado de poco más de 3.3 millones de habitantes, acaba de ser el primer estado del mundo en legislar el uso de las redes sociales para menores de edad. Las dos nuevas leyes promulgadas por el gobernador republicano, Spencer Cox, obligan a que los tutores den un consentimiento explícito para que el menor pueda utilizar la red social elegida y también imponen un toque de queda en el uso de las redes sociales, bloqueándolo de 22:30 a 6:30 del día siguiente. 

Aunque de manera general no suena mal que los menores no estén viendo redes sociales por la noche o que los padres tengan que dar el "ok" de su instalación o uso, ¿van a regular si encienden o no el televisor después de las 22:30 o van a restringir el acceso a páginas web o a Internet en horario nocturno? 

La historia nos ha mostrado que las prohibiciones impuestas por los gobiernos tienen poca efectividad. En Estados Unidos, la Ley Seca prohibió la venta de alcohol entre los años 1920 y 1933. Durante ese período, la tasa de consumo de alcohol disminuyó en general, pero el consumo de alcohol ilegal aumentó. La prohibición también dio lugar a un aumento del crimen organizado y la violencia asociada con el tráfico ilegal de alcohol. 

Algo similar ocurre actualmente con el narcotráfico: aumento de la violencia, el crimen organizado, la estigmatización y marginalización de los consumidores de drogas por parte del gobierno y la sociedad. 

Las prohibiciones impuestas por los gobiernos no han sido efectivas para reducir el consumo o los comportamientos considerados "indeseables". 

Para Utah, un estado con un 60 por ciento de población mormona, puede ser una buena solución, pero ¿no sería mejor la concientización, el acompañamiento y herramientas que ayuden a los padres a implementar mejores prácticas en casa? 

La prohibición solo invita a romper la regla. Si no hay conciencia, no hay efectividad. Veamos si esta nueva manera de entender nuestra relación con la tecnología y la comunicación nos lleva a más prohibición de los gobiernos y entidades o más libertad y democratización, que es la promesa de la tecnología.

VRM


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