Emanuel padece epilepsia desde hace años. Llegó a enfrentar hasta cinco episodios de convulsiones por mes y eso tenía en jaque a su familia. Las crisis podrían presentarse en cualquier momento y lugar y temían que algo más grave pudiera sucederle de enfrentarlas solo y lejos de casa.
“Toda la toma de medicamentos estaba ocasionando malestares tanto en riñón como en hígado y hay que recordar que el hígado una vez tronándose ya no podemos hacer nada”, relata Jazmín, su hermana. Ambos son laboratoristas: él, químico; ella, clínica.
Por ello empezaron a investigar alternativas de tratamiento y entonces, hace poco más de dos años, en plena pandemia, ambos se encontraban sin trabajo y decidieron iniciar un pequeño emprendimiento con los resultados de su trabajo y descubrimientos. Así nació Weed Zilopochtli.
“Debido a este malestar que ya presentaba buscamos alternativas. En su momento, recuerdo que en EU ya se manejaba el CBD en gotas para tratar la epilepsia, entonces investigamos y buscamos por debajo del agua quién tenía para poder empezar un proceso de ver qué tan funcional nos era porque era muy complicado en su momento conseguirla aquí en México por las restricciones que hay hasta el momento, ya no tantas como antes pero sigue habiendo restricciones en cuanto al uso de esta planta”.
El proceso
Los hermanos Gasca son originarios de Durango. El desempleo les llevó a buscar alternativas y como ya tenían conocimiento, en especial Emanuel por su situación médica, decidieron empezar con ello.
Iniciaron a prueba y error y, como empieza todo buen emprendimiento, con la familia, “entre nosotros mismos nos convertimos en conejillos de indias, de prueba en prueba, y sobre ello fuimos mejorando la fórmula, mejorando la presentación, porque empezamos con un frasquito sin etiquetas y apenas con un logotipo pequeño, de boca en boca y de ahí, a partir de la pomada nos generó y ya tenemos gomitas, aceite, jabón, crema facial, champú, acondicionador, bálsamo labial y estamos por sacar exfoliantes y crema corporal”.
En su tierra natal la situación es difícil, reconoce, por ello venden sus productos en exposiciones y ferias de emprendedores o artesanales y han tenido buena respuesta, al menos en nuestra ciudad: “el camino nos ha traído hasta acá y la verdad es que Pachuca ha sido muy noble con nosotros en todos sentidos, sobre todo en este pequeño emprendimiento ya que hemos visto que aquí el mercado no está tan explotado, pero también tenemos la limitante de la creencia en la planta que está satanizada”.
Detalla que sus productos son todos elaborados de forma artesanal, “no tenemos fábrica ni máquinas, todo es de manera artesanal, todo a mano; claro que ocupamos cierto tipo de instrumental para hacer extracciones pero todo de manera artesanal. Se trata de un cuartito que adaptamos como nuestro laboratorio y todavía no hacemos en gran volumen pero el mismo emprendimiento les ha permitido diversificarse y generar otros productos con CBD como las gomitas, los jabones o el bálsamo labial.
La producción se hace en el espacio habilitado en casa, con suficiente volumen para continuar ofreciendo sus productos en las diferentes ferias y expos a las que asisten, aunque ya buscan quién pueda distribuirlos en Pachuca porque sí hay demanda, aunque también han llegado a lugares como Querétaro, Guanajuato, Estado de México, Ciudad de México, Tlaxcala, Puebla y Morelia.
Expectativas
Jazmín afirma que los productos que ofrecen al público están a precios accesibles muy por debajo de los que se ofrecen con los mismos componentes en otros lugares, como por ejemplo una cadena farmacéutica con presencia en todo el país.
La diferencia, explica, es que ellos los canalizan y recetan de acuerdo con la edad del paciente, su peso, qué enfermedad tiene, su talla y el grado de la enfermedad (leve, media o avanzada), “como puede suceder en el caso de la artritis que empieza con el dolor de articulaciones y para eso podemos empezar el tratamiento con pomada, pero si ya es algo avanzado si ya están las articulaciones deformes pues estaríamos hablando ya quizá del aceite”.
“Hay personas que nos han dicho que ya han probado el cbd y les dicen que no sirve, la verdad es que no les funciona porque no está adecuado a sus necesidades de acuerdo con las características de cada paciente, no es lo mismo. Tomar una gota o cinco hace la diferencia, pero eso depende de cada persona, la concentración es diferente. El modo de uso es importante, no es lo mismo para una persona que padece de artritis severa a otra que solo presenta dolor muscular, es diferente, no se pueden comparar y la misma receta para diferentes malestares no funciona.
Algunas consideraciones
De acuerdo con el portal medlineplus, del sistema de salud de Estados Unidos, el cannabidiol (CBD) es una sustancia de la cannabis que puede ser usada como medicamento para las convulsiones en ese país pues parece tener efectos sobre algunos químicos en el cerebro.
Se usa una forma recetada de CBD para el trastorno convulsivo (epilepsia). El CBD también se usa para la ansiedad, el dolor, un trastorno muscular llamado distonía, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Crohn y muchas otras afecciones, aunque el propio portal detalla que no existe una buena evidencia científica que respalde estos usos.
Las leyes aprobadas en 2018 legalizaron la venta de cáñamo y productos de cáñamo en los EE. UU. Pero eso no significa que todos los productos de CBD elaborados con cáñamo sean legales. Dado que el CBD es un medicamento recetado aprobado, no puede incluirse legalmente en alimentos o suplementos dietéticos. El CBD solo se puede incluir en productos "cosméticos". Pero todavía hay productos de CBD en el mercado que están etiquetados como suplementos dietéticos. La cantidad de CBD contenida en estos productos no siempre es la misma que se indica en la etiqueta.
Se especifica que es “posiblemente eficaz para tratamiento de convulsiones causadas por el síndrome de Dravet, el síndrome de Lennox-Gastaut o el complejo de esclerosis tuberosa y se señala que cuando se toma por vía oral es posible que el CBD sea seguro en dosis adecuadas. Se han usado dosis de hasta 200 mg por día de manera segura durante un máximo de 13 semanas.
El CBD puede causar algunos efectos secundarios, como sequedad de boca, presión arterial baja, aturdimiento y somnolencia.