Zorayda Lizbeth Alcázar Reyes es una mujer de gran valentía, corazón e impulso para vivir su día a día sonriendo, pese a que su vida cambió desde hace 13 años, cuando perdió su sistema auditivo, del gusto, el olfato y uno de sus pulmones, que le han hecho desertar de la actividad con la que lograba alcanzar su sueño profesional, ser la mejor bailarina.
Ser sorda provocó que su vida cambiara y considera que en ese esfuerzo por adaptarse a la vida debe también ser parte del conocimiento y reconocimiento de las personas que viven y conviven con alguien en esta condición, ya que, pese a que continúan en interacción con amigos o seres queridos, muchas veces se sienten excluidos porque existe poca empatía y comprensión y este mensaje forma parte del objetivo de la conmemoración del Día Internacional de las Personas Sordas, que se conmemora la última semana de septiembre de cada año.
El miedo
Esta entrevista fue realizada a través de una aplicación en la que Zory puede leer lo que la gente le dice, y es gracias a ésta que le ha ayudado a este proceso de comunicarse con la gente cercana y relata a MILENIO una síntesis de lo que ha sido su vida.
Hace 20 años Zory, como le llaman las personas más allegadas a ella, llegó a vivir a Hidalgo, originaria de Veracruz, su estado natal, y siendo bailarina y maestra profesional de danza contemporánea y danza clásica, entre otras especialidades, arribó al estado invitada por el Centro Cultural Universitario (CCU) para formar la compañía de ballet de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) que la recibió junto a Iván Carballo, su entonces esposo, y juntos iniciaron este proyecto dando los conocimientos y expandiendo los talentos de las primeras generaciones de esta carrera que se desarrolla en el Instituto de Artes de la casa de estudios, en Real del Monte.
El esfuerzo por impulsar este proyecto, respaldada con años de conocimiento y práctica, siendo especialista en docencia enfocada en ballet clásico, la hacían dar lo mejor de sí: impulso, ánimo, constancia, empuje a las y los alumnos que asistían a su clase, horas extras, perfección para que todo saliera así también, pero llegó el día en que una enfermedad autoinmune comenzó a atacarla sin saber que su vida cambiaría por completo.
“Estaba dando clases cuando me empecé a sentir mal; estaba mareada, me dolía la cabeza y pues en Real del Monte no había un lugar dónde atenderme y fue así como empezó a proyectarse la enfermedad, pero de principio me decían que era estrés, debido a que mi hijo, Emmanuel, tuvo complicaciones en su nacimiento y pues consideraron eso.
Después, me dio una parálisis grado cinco de la noche a la mañana, no podía mover el brazo, perdí la fuerza de la mitad de mi cuerpo, adelgacé mucho y llegué a pesar 3 kilos. Pensé que tenía cáncer, no sé, era algo que no podría comprender, pero siempre supe que lograría salir de ésta porque soy muy perseverante”, indica.
Después de un largo peregrinar por hospitales en donde le realizaban estudios y en el que el diagnóstico era “estrés”, llegó al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) en donde le diagnosticaron vasculitis sistémica, “que es la inflamación de vasos sanguíneos, se revientan, no circula bien la sangre y ahí donde se rompe, se necropsia y desbarata el tejido, así que llegó a mis oídos, se me reventaron fue un tronido, como una gran explosión”, recuerda.
La comunicación
“Mi vida cambió, siempre he sido muy sociable, pero me volví callada e introvertida porque me sentía aislada porque no entendía lo que estaban diciendo, y para eso los médicos no te preparan, nadie te habla de que requerirás de terapias psicoemocionales y yo, siendo esposa y madre de mi pequeño Emmanuel, tenía entonces dos años”, expresa.
Su hijo creció comunicándose con ella a través de un método de comunicación que, desde niña, Zory aprendió con sus hermanos y primos, “fue un lenguaje que solo nosotros entendíamos, así que Emmanuel también se adaptó a él, y es así como tratamos de comunicarnos”, dice.
Sin embargo, le ha tenido que poner voz a su hijo en su mente, “es lo que más me duele, no poder escuchar su voz. A veces toco su garganta para poder percibir cómo ha ido cambiando, no lograr tener una comunicación más directa con él, ha sido complicado, pero todos los días intento poder expresarle este sentir, lo amo y ahora es mi proyecto de vida, que é pueda ser independiente”, dice Zory.
“Llegó un momento en que mis dolores, mis malestares por esta enfermedad que me atacó ya no me hacían quejarme, porque no quería que mi hijo creciera viendo a su mamá sufrir, solo comencé a disfrutar más de la vida y extraño los sonidos más comunes, pero sobre todo de aquellos a quienes amo profundamente, por lo que me han ayudado las terapias Zhi Neng Qi Gong, las lectura, hacer mi vida, sonreír y seguir reconstruyéndola con lo que tengo porque sí, soy perseverante y no dejaré que nada me detenga y, pese a que también me permito compadecerme, porque sí, la he pasado mal, y también saber que no soy una mamá perfecta, pero sí una mujer que no me dejaré vencer”, concluye.
Zory es parte de la población sorda de Hidalgo en donde existen 41 mil 241 personas con sordera, de las cuales 22 mil 179 son hombres y 19 mil 062 son mujeres, de acuerdo al último Censo de Población 2020 elaborado por Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
RECUADRO
El término vasculitis engloba un conjunto de enfermedades en el que la característica principal es la inflamación de los vasos sanguíneos (arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas). Como consecuencia de esa inflamación se produce una disminución del flujo vascular o incluso una interrupción completa del mismo.
Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Hidalgo (ICATHI), ofrece a la población en general, cursos sobre Lengua de Señas Mexicana. El próximo 11 de octubre en el Plantel ICATHI Mineral de la Reforma, se dará inició al curso Introducción a la Lengua de Señas Mexicana, a través de la aplicación de Zoom, mismo que se impartirá los días martes y viernes en un horario de 7 a 9 de la noche, tendrá un costo de 119.31 pesos por todo el proceso de capacitación.
El Día Internacional de las Personas Sordas, data de 1958 y fue propiciada por la Federación Mundial de Personas Sordas (WFD) que eligió esta fecha para conmemorar el primer Congreso Mundial de la WFD que tuvo lugar en septiembre de 1951.
CIFRAS
41,241 personas sordas se registran en Hidalgo
2.3 millones de personas padecen discapacidad auditiva
50% de las personas sordas en el país, son mayores de 60 años