Todo está listo para el Super Bowl LV en Tampa. Los Jefes de Kansas City quieren refrendar su trofeo Vince Lombardi ante los Bucaneros de Tampa Bay, que son el primer equipo en la historia de la NFL en jugar el Súper Domingo en su propio estadio: el Raymond James.
Será un choque de grandes equipos, que se ganaron con pulso propio su lugar en el partido, pero también es el reflejo de dos inversiones por parte de las dos franquicias deportivas, quienes pagan millones de dólares para tener equipos competitivos.
De acuerdo con el sitio Spotrac, para la temporada 2020-2021, los Chiefs gastaron $181.682.757 dólares, de los cuales $110.114.439 fueron utilizados en el salario base de sus jugadores; además de $42.346.331 en bonos por firmar; $19,491,250 en bonos de roster; $2.101.500 en bonos de entrenamiento; $6,680,416 en bonos de reestructuración y $1.850.000 de bono de incentivo.
Su tope salarial es de $220.942.461, con $14.127.382 en la reserva de lesionados y $17.160.928 de salario muerto, lo que da un total salarial de $219.346.867, con un espacio salarial de $1.595.594 dólares.
Del otro lado, los Bucaneros invirtieron $188,183,315 para mantenerse dentro del tope salarial, con $140,006,500 de salario base; $18,948,467 en bonos por firmar; $20,923,787 en bonos de roster; $250,000 en bonos de entrenamiento; $5,762,500 en bonos de reestructuración y $3,925,000 en bonos de incentivo.
Con un tope salarial de $204.105.250 dólares, los Bucs tienen, aparte de su gasto en contratos activos, $6.636.768 en la lista de reservas y $7.132.140 de salario muerto, con un total salarial de $202.716.623 y un espacio de $1.388.627.
El jugador con el mayor salario de parte de los Jefes de Kansas City (sin contar incentivos y demás bonos) es Chris Jones, tackle defensivo que percibe $14,626,000 dólares y representa el 6.79% del gasto, esto al incluirse su bono de reestructuración de 375 mil dólares ($15,0001,000 de impacto salarial).
De ahí sigue Frank Clark, con un contrato de $12,000,000, un bono de firmar de $5,200,000, bono de entrenamiento de $500,000 y uno de reestructuración de $1,600,000, con $19,300,000 de impacto salarial, convirtiéndose en el jugador más alto de este rubro.
Cabe recordar que Patrick Mahomes firmó el contrato más lucrativo de la historia, al extender su vínculo por 10 años y 503 millones de dólares, pero entrará en vigor hasta 2022, por lo que esta temporada ganó $825,000 dólares y otro poco más por diversos conceptos, por lo que será hasta dentro de dos temporadas que empiece a sumar ganancias de 40 millones por año.
Por parte de Tampa Bay, el linebacker Shaquil Barett es el que más percibe, siempre y cuando tomemos en cuenta únicamente el salario base: $15.828.000. Con sus 15 millones de dólares, Tom Brady es el segundo jugador de la lista, pero el jugador con más ganancias, al sumarle sus 10 millones de dólares en bono de roster y $2,875,000 en otros incentivos, como actuaciones, tiempo de juego y Pro Bowl, entre otros. Esto nos da un total de $27.875.000 de impacto en el tope salarial. Una cantidad que puede parecer baja en comparación a otros mariscales de campo, pero que sin duda alguna ayudó a esta franquicia a volver a su primer Super Bowl desde hace 18 años.