Solidaridad es la palabra de la temporada. En el mundo hay cientos de causas para abrazar desde la responsabilidad social y ser integradas al ADN de las empresas; sin embargo, la crisis sanitaria puso en el top de las urgencias un tema transversal a todas ellas: prevenir el contagio, y con eso, miles de muertes.
Sin una vacuna ni tratamientos eficaces disponibles, las empresas se han volcado en proveer de insumos médicos que ayuden a prevenir los contagios en avalancha y, sobre todo, a cuidar al personal médico que se encuentra en la primera línea de batalla y a los grupos más vulnerables del país.
Tal es el caso de Axa, que en alianza con Volaris, ha entregado equipo médico necesario para la atención de covid-19 en clínicas del IMSS Bienestar, que dan servicio a comunidades rurales e indígenas. “Todos nuestros temas de RSE están alineados con nuestra actividad de prevención: seguridad vial, resiliencia para desastres, y salud, que es en la que nos volcamos en esta emergencia”, dice Ingrid Cerwinka, directora de Asuntos Públicos y Responsabilidad Corporativa de la aseguradora.
Pero la escasez de gel antibacterial, cubrebocas de todo tipo y agua para el indispensable lavado de manos, han hecho que firmar cheques sea el menor de los problemas, y ha sacado el espíritu más creativo e innovador de algunas compañías.
En el plano internacional, de los primeros en aprovechar sus recursos y reconvertirlos fue Luis Vuitton (LVMH), el segundo conglomerado más grande de la moda y el lujo en el mundo, que destinó tres de sus fábricas de cosméticos y perfumes para la elaboración de gel antibacterial, que posteriormente donó a hospitales. L’Oréal hizo algo similar, pero además impulsó iniciativas para apoyar a sus asociados y embajadores que quedaron sin ingresos con el cierre, especialmente a los estilistas y peluqueros en Latinoamérica.
En México son varias las iniciativas innovadoras con las que las empresas están ayudando a superar el tema sanitario, y también han adaptado sus acciones sociales para pavimentar un camino de regreso, una vez que la pandemia pase, para los cientos de miles que se han quedado sin empleo.
Tejiendo redes
“Tiempos inéditos exigen respuestas inéditas”, afirma Fernando Morales, director de Reputación y Comunicación Externa en Grupo Modelo. Quizá por eso, la cervecera cambió el contenido de 600 mil botellas de cerveza por agua potable, y convirtió el residuo de su cerveza sin alcohol --que se extrae de la bebida de fermentación normal-- en 300 mil botellas de gel antibacterial.
“Esta situación nos ha permitido mostrar nuestra flexibilidad”, dice Morales y cuenta cómo además de estas medidas emergentes, en Modelo adaptaron acciones que ya tenían en marcha, para estimular la actividad económica de sus aliados, apoyados en plataformas digitales.
Así migraron sus acciones de voluntariado, como Voluntarios Modelo --nacida en 2009 y con 700,000 voluntarios registrados--, hacia un entorno digital, “donde la gente sigue donando su tiempo, pero atendiendo la recomendación de quedarse en casa”. Y aprovechan su plataforma Tiendita cerca, lanzada en enero, para tender un puente entre los abarroteros y los clientes de su zona.
Por otro lado, extendieron su Academia de meseros, que en 2019 brindó cursos de cultura cervecera y consejos de atención a clientes para ese gremio, con dinámicas y retos que generan puntos canjeables por despensas. ·Son nuestros principales embajadores y hoy todos están en casa, sin empleo”.
Otra iniciativa es la de apoyo a restaurantes, con la venta de tarjetas de regalo que podrán canjearse por desayunos, comidas o cenas, una vez terminado el confinamiento. La ventaja es que que Stella Artois duplica la cantidad pagada por cada tarjeta. Y para despejar a mente, la misma marca auspicia funciones de cine en dos plataformas: digital para ver en streaming, y otra calendarizada en grandes muros de las colonias de la Ciudad de México… para ver a la distancia.
Innovación con sentido
“Lo que nos mueve es la familia y su bienestar”, y a partir de allí, la emergencia sanitaria que vivimos impulsó a Mabe a repensar su manera de apoyar a la sociedad desde su modelo de RSE, señala Daniel Sosa, gerente corporativo de Sustentabilidad en esta empresa mexicana de electrodomésticos.
De ese espíritu, “enfocado en adaptarnos y lograr nuevos equilibrios entre la economía, el ambiente y la sociedad”, y de su vena innovadora, surgió el Aerobox, una dispositivo que ayudará a que el personal médico se mantenga a salvo de contagios, o al menos los disminuya, pues sirve como barrera en el proceso de manipulación de pacientes durante el proceso de intubación.
Es de base un cajón de verduras de refrigerador, adaptado para usos clínicos, basado en un modelo compartido mundialmente vía open source por un doctor de Taiwán; los colaboradores de Mabe en el Centro de Tecnología y Proyectos, ubicado en Querétaro, identificaron el potencial de estos materiales y la capacidad instalada de la empresa para facilitar y agilizar la fabricación del dispositivo. De inicio, se repartieron 30 mil aeroboxes en Latinoamérica.
No fue un chispazo de iluminación, “nuestra gente, talentosa y empática como es, se puso apensar soluciones, maneras de ayudar en esta crisis. Identificamos que una de las poblaciones más vulnerables hoy es el personal médico, que está en contacto directo con los huéspedes del virus. En sus manos está la salud de todos, debemos cuidarlos”, dice Sosa Granados.
Por otro lado, Mabe también trabaja en el splitter, un dispositivo que servirá para compartir el respirador automático entre dos personas, una medida que servirá en aquellos casos donde la capacidad de ventiladores esté saturada.
Ser disruptivos y concebir nuevas maneras de hacer las cosas es el reto para los negocios en esta crisis, opina el ingeniero ambiental. ”La falta de adaptación causa problemas. Ya tenemos varios ejemplos de eso en la fotografía, la relojería, el streaming… Las empresas debemos estar abiertas al cambio, de otro modo no sobreviviríamos”.
srgs