Por una Ley de Economía Circular

Es la herramienta que México busca para darle un respiro al ambiente, debido a que este modelo basa su éxito en las tres erres: reducir, reusar y reciclar

Miguel Ángel Santinelli Ramos es director de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México. (Cortesía)
Miguel Ángel Santinelli
Ciudad de México /

Actualmente el modelo económico que prevalece en el mundo es lineal. Consiste en promover un consumo constante con bienes y servicios de vida útil de corto plazo, basándose en el esquema de extracción, producción, consumo y disposición final. Esto lo hace insostenible en todos los puntos de la cadena, desde que se produce hasta que se deja de usar. La economía circular va más allá de buscar transformar el esquema, basándose en las tres erres: reducir, reusar y reciclar.

Forbes define economía circular como “modo de producción del futuro, a fin de lograr que cada producto tenga múltiples ciclos de uso, es decir, que alimente el comienzo de otros”. Lo que busca es acercarnos nuevamente a la forma en que funciona la naturaleza, donde no exista la basura, que a partir del flujo de energía y el reciclado de materia a través de los diversos ecosistemas de nuestro planeta, entonces las materias primas se convierten en seres vivos o en compuestos que posteriormente se transformarán.

Todo esto se fundamenta en los ciclos biogeoquímicos, ya que las moléculas de carbón, nitrógeno, fosforo, agua, etc, pasan de la dimensión biológica a la química y a la geológica. El más sencillo de explicar qué es el ciclo biogeoquímico del agua que pasa de estar en el mar a subir a las nubes, se presenta en el organismo de los seres vivos y regresa al ambiente.

Hace algunas semanas la LXIV Legislatura de la Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Unión, presentó la iniciativa con proyecto de decreto para poner a consideración la Ley general de economía circular. Dentro de la exposición de motivos, hacen referencia a los problemas socioambientales que enfrentamos actualmente todos los países del mundo como son: la presión demográfica, el desarrollo económico, la rápida urbanización y la aceleración tecnológica, los cuales han representado el principal factor de los impactos ambientales entre los que podemos destacar el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación del agua, aire, suelo, los residuos peligrosos y electrónicos.

Esta iniciativa de ley tendrá que pasar a la cámara de diputados para ser revisada y aprobada. Esto haría que la economía circular se impulse no de manera voluntaria como hasta ahora sino por fuerza de ley, permitiendo avanzar en la transformación de la economía.

Según la ONU, el 45 por ciento de las frutas y vegetales que se cosechan en todo el mundo se desperdician, cantidad equivalente a 3 mil 700 millones de manzanas. También se desperdicia el 30 por ciento de los cereales, 763 mil millones de cajas de pasta, y de los 263 millones de toneladas de carne que se producen mundialmente cada año, se pierde el 20 por ciento, equivalente a 75 millones de vacas.

En total, según cifras del Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se pierden 1,300 millones de toneladas de comida producida para el consumo humano, un tercio del total.La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, constituye el principal instrumento por medio del cual los Estados se comprometen a atender las causas de la afectación al medio ambiente.

Dentro de la propuesta de ley podemos destacar el establecimiento de una serie de instrumentos de control, manejo y mejora de la economía circular como son: Planes de Manejo de Residuos Sólidos; Planes de Responsabilidad Compartida; certificados la Secretaría; Programas Estatales y Municipales; Evaluación de Impacto Ambiental, y el Plan Nacional de Economía Circular.

Esta ley permitirá generar cadenas productivas y cadenas de valor manteniendo los recursos en las zonas urbanas y disminuyendo la extracción de materias primas de los ecosistemas naturales como lo es: madera, agua, metales, petróleo, por mencionar sólo algunos.

Con ello también se generarán nuevos empleos y tendremos un apoyo a lo que se ha llamado empleos verdes, que son empleos resultado de la creación e implementación de estrategias sostenibles. De aprobarse esta ley habrá una serie de cambios que tendrán que considerar, analizar y cumplir los empresarios mexicanos.


RRR