La alianza Zero Emission Bus Rapid-deployment Accelerator (ZEBRA) presentó una coalición de 17 nuevos inversionistas y fabricantes de autobuses que se comprometen a financiar y traer nuevos productos con el objetivo de expandir la flota de más de 3 mil autobuses de cero emisiones en América Latina.
ZEBRA es una alianza liderada por la red de Ciudades C40 y el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT), cuyo fin es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Como parte del compromiso que se llevará a cabo, fabricantes ampliarán su oferta de autobuses eléctricos enfocándose específicamente en ciudades de Brasil, Chile, Colombia y México, mientras que el equipo financiero pondrá a disposición fondos de inversión para apoyar a proyectos de autobuses de cero emisiones.
A través de una conferencia remota, se dio a conocer que en las cuatro ciudades clave donde trabajara la alianza ZEBRA, el transporte es responsable de un gran porcentaje de las emisiones de gases de efecto invernadero: 71 por ciento en la Ciudad de México, 43 por ciento en Medellín, 79 por ciento en Santiago y 61 por ciento en São Paulo.
La principal causa depende en gran medida por la tecnología tan obsoleta de autobuses diésel para el transporte público que se sigue usando.
“La alianza garantizará que la región tenga ciudades más limpias y saludables, creará empleos nuevos y sostenibles y acelerará soluciones equitativas a la crisis climática”, dijo Thomas Maltese, gerente del programa ZEBRA.
En la actualidad, América Latina cuenta con más de mil 900 autobuses eléctricos que evitan la liberación de más de 218 mil toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera cada año. Sin embargo, estos vehículos representan menos del 1 por ciento del total de la flota regional de autobuses, lo que hace evidente la urgencia de esta transición y la importancia de que los fabricantes e inversionistas se comprometan.
Asimismo, detallaron que, en pruebas hechas en Chile, el operador privado Metbus descubrió que los costos operativos y de mantenimiento de su flota de más de 400 e-buses son un 70 por ciento y un 37 por ciento más baratos que un autobús diésel respectivamente, es decir, los gastos de operación y mantenimiento de los autobuses eléctricos son mucho más bajos que los de los vehículos diésel.
Actualmente se están desarrollando y aplicando modelos de negocio y mecanismos financieros innovadores para posibilitar despliegues a gran escala de autobuses eléctricos, como por ejemplo la separación de la propiedad y operación de los autobuses en Santiago, el financiamiento concesional en Medellín o la separación de la propiedad de los chasis de los autobuses y batería en São Paulo.
Modelos de negocios como este, donde los fabricantes e inversionistas juegan un papel crucial, pueden ayudar a los municipios y operadores privados a superar la falta de capital y la dificultad para acceder al crédito y lograr así reducir los riesgos financieros. Con el tiempo, estas inversiones continuarán permitiendo el despliegue de autobuses eléctricos en toda la región latinoamericana.
"Los compromisos pactados hoy representan una nueva dirección para el transporte público en América Latina. Con una nueva confianza en que el mercado está listo y capacitado para suministrar autobuses de cero emisiones, a los funcionarios públicos les resultará más fácil elegir esta dirección para todos los programas de renovación de flotas en el futuro”, explica Ray Minjares de ICCT.
ledz