Omegle, una plataforma fundada en 2009 conocida por ser el sitio en la web para tener videochats con extraños sin necesidad de registrarse, cerró sus servidores, se dio a conocer mediante un comunicado en su portal web.
Este miércoles, múltiples usuarios se dieron cuenta de que no se podía ingresar más al portal. En su lugar, hay una tumba cuya lápida tiene el nombre de "Omegle" y la leyenda "2009-2023", anunciando su cierre.
Asimismo, el fundador de Omegle, Leif K-Brooks, escribió una carta dirigida a los usuarios de la plataforma, explicando por qué cerró su servicio de videochat.
¿Por qué cerró Omegle?
Como parte de la única página disponible en el sitio web de Omegle, se puede leer completo el texto de Brooks. En él, explica que lanzó el sitio a los 18 años, luego de hallar fascinación por los grandes alcances que tiene internet.
"Internet abrió la puerta a un mundo mucho más grande, más diverso y más vibrante del que de otro modo habría podido experimentar; y me permitió ser un participante activo y colaborador de ese mundo. Todo esto me ayudó a aprender y a convertirme en una persona más completa".
Asimismo, explica que tenía seguridad por sí mismo en la web, en cuanto a que una persona no podría hacer daño físico, esto emanado de su experiencia al haber padecido abuso sexual cuando era menor.
"Era muy consciente de que cada vez que interactuaba con alguien en el mundo físico, estaba arriesgando mi cuerpo físico", expresa. "Vi los kilómetros de alambres de cobre y cables de fibra óptica entre otras personas y yo como una especie de escudo, uno que me permitió estar menos aislado de lo que mi trauma y mi miedo me hubieran permitido de otro modo".
Y aunque su ideal era que la plataforma fuera seguro para los usuarios manteniéndolos en el anonimato y alejándolos de poder ser rastreados, pero al lograr millones de usuarios, sabía que habría personas malintencionadas.
"Todas las herramientas pueden usarse para bien o para mal, y eso es especialmente cierto en el caso de las herramientas de comunicación, debido a su flexibilidad innata", expresa. "Algunas personas lo utilizaron indebidamente, incluso para cometer crímenes atroces", reconoce.
Ante este panorama, asegura que el sitio ha trabajado con las autoridades para rastrear delitos y que, además, hay personas encarceladas gracias esto. Sin embargo, es la incapacidad de regular los malos usos de la plataforma lo que lo llevaron a la decisión del cierre.
"Es razonable cuestionar las políticas y prácticas de cualquier lugar donde se haya producido un delito", explica. "Sin embargo, los recientes ataques no parecen nada constructivos. La única forma de complacer a estas personas es dejar de ofrecer el servicio. A veces lo dicen, explícita y abiertamente; otras veces, se puede inferir de su acto de establecer estándares que no son humanamente alcanzables. De cualquier manera, el resultado neto es el mismo".
En ese sentido, concreta que "operar Omegle ya no es sostenible, ni financiera ni psicológicamente", además de la gran presión para evitar que se cometan ilícitos en la plataforma.
"Me preocupa que, a menos que la marea cambie pronto, Internet del que me enamoré pueda dejar de existir y, en su lugar, tengamos algo más parecido a una versión mejorada de la televisión, centrada en gran medida en el consumo pasivo, con mucho menos oportunidad de participación activa y conexión humana genuina".
"Desde el fondo de mi corazón, gracias a todos los que utilizaron Omegle con fines positivos y a todos los que contribuyeron al éxito del sitio de alguna manera. Lamento mucho no poder seguir luchando por ti".
caov