Cada 30 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Seguridad Informática, una fecha que se usa para concienciar sobre la importancia de proteger nuestra información de terceros, para lo que una contraseña robusta resulta esencial y crearla no es tan difícil como pueda parecer.
Uno de los errores que más comete la gente es utilizar palabras fáciles de recordar o fechas importantes tanto en cuentas bancarias como en correos electrónicos.
Para evitar los peligros relacionados con el robo de datos, la Asociación de Internautas propuso una serie de normas para mantener las claves seguras, las cuales se pueden poner en práctica tanto en servidores web como en correos electrónicos, accesos bancarios u otros sistemas de seguridad.
¿Qué debe llevar una contraseña segura?
Se recomienda no usar nunca contraseñas que sean sólo palabras relacionadas con el usuario, es decir, nombres comunes, personajes famosos, nombres de miembros de la familia o de mascotas, marcas o ciudades.
Tampoco se debe utilizar una clave exclusivamente numérica, tenga o no relación con el usuario, por lo que desestiman el uso de números de teléfono, fechas de aniversario o de nacimiento y números de identificación.
A partir de lo anterior, la Asociación de Internautas afirma que la contraseña perfecta debe contener y mezclar caracteres alfanuméricos, elegidos o no al azar. En cuanto a la cantidad de caracteres utilizados, la clave debería tener un mínimo de ocho, aunque en el caso de utilizar llaves de programas de encriptación se recomienda que se utilicen más de veinte.
Una vez establecida la contraseña, se insta a no compartirla con nadie y a no utilizar la misma clave para todo, sino introducir una distinta para cada uno de los correos electrónicos, cuentas bancarias o dispositivos, ya que como, explican desde la asociación, "si una persona obtiene de alguna forma información ilícita, su clave podría ser usada fácilmente en todo lo que tiene y su seguridad quedaría rota fácilmente".
Por último, la Asociación propone cambiar las contraseñas cada tres meses, lo cual señalan como algo obligatorio en determinadas entidades bancarias.
RL