La fibra óptica: una solución en velocidad, medioambiente y crecimiento económico

Desde el desarrollo de la economía hasta mitigar el cambio climático, la fibra óptica es sin duda, fundamental para el presente y el futuro global.

Fibra óptica (Pexels).
Fernando Santillanes
Ciudad de México /

Entre 2015 y 2025, la “era inteligente”, que se basa en la economía de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), tendrá un crecimiento de hasta 24 por ciento, mientras que la economía tradicional solo crecerá un promedio de 3.7 por ciento en el mismo periodo, según datos de la Academia China de Tecnologías de la Información y Comunicación (CAICT, por sus siglas en inglés).

Este crecimiento de la economía digital, generará ingresos de la economía TIC por aproximadamente 23 mil millones de dólares, lo que indica que está en un periodo de desarrollo acelerado y no hay que perder de vista este momento para la industria del ecosistema digital. Especialmente, el soporte de la economía TIC es la banda ancha a través de la fibra óptica.

De hecho, varios operadores en Latinoamérica han tomado la fibra óptica como una estrategia de inversión; por ejemplo, para rentar capacidad de esta tecnología fija a operadores móviles. Para ser justos, no se puede hablar de tecnología 5G y desarrollo de servicios móviles sin el poder de la fibra óptica.

Tal vez para tener una referencia del valor que tiene este punto se debe recordar el valor que tiene la conectividad para impulsar el desarrollo de las TIC y el crecimiento del PIB, su adopción y despliegue es el paso natural por su gran capacidad de transmitir a alta velocidad la enorme cantidad de datos que se consumen no solo en los hogares sino en las industrias.

Para entender la relevancia de esta tecnología de forma tangible, podemos decir que la conectividad de banda ultra-ancha (especialmente la fibra) tiene un valor muy importante para el desarrollo de la economía y la revolución tecnológica (con un crecimiento adicional del PIB del 0.25 por ciento al 1.5 por ciento por cada 10 por ciento de aumento de la penetración de la banda ancha en los hogares y un aumento adicional del 0.3 por ciento, por cada incremento de la velocidad).

Si bien su desarrollo y adopción será más sencilla y benéfica para los países de la región, pues de acuerdo con la UIT por cada 10 por ciento de penetración de banda ancha fija se promueve un aumento de 1.9 por ciento del PIB en Latinoamérica, también se trata de una tecnología muy eficiente energéticamente.

Sin duda, la fibra óptica se considera como una parte clave de la solución para salvar la brecha de conectividad, la cual aún es un problema evidente en América Latina y el Caribe.

Dos quintas partes de la población de la región sin acceso a los beneficios de la conectividad digital según un estudio de UNDP(Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). El Índice de conectividad móvil de GSMA muestra que la infraestructura ha experimentado una gran mejora en muchos países, pero se necesita hacer más para garantizar que se pueda lograr el acceso a una conectividad significativa para cerrar la brecha de uso. Cerrar la brecha digital definitivamente significa mucho más que simplemente poner a todos en línea.

Además de generar soluciones en vías del desarrollo y la reducción de la brecha digital, también debemos destacar la eficiencia energética y los beneficios para mitigar los efectos del cambio climático.

Al pensar en el medioambiente resulta preferible el uso de la fibra óptica por sobre los cables de cobre, ya que estos últimos generan una mayor pérdida de transmisión de data con mayor consumo de energía, dado el deficiente desempeño que tienen durante la transmisión de datos.

Finalmente, una de las mayores ventajas para el medioambiente al usar una solución óptica se debe a la resistencia de sus materiales. Los hilos de vidrio que conforman su interior tienen el espesor de un pelo y, aun así, duran muchos años, mientras que los de cobre sufren oxidación y recalentamiento por los cambios de temperatura que sufre este metal.

Según datos de la Iniciativa Global de e-Sostenibilidad (GeSI), la fibra óptica consume tres veces menos energía que el cable xDSL y 10 veces menos que la tecnología de acceso a 4G. Los cálculos que se reflejan en el estudio “Fiber for a sustainable future” estiman que la fibra óptica alcanzará ahorros de 1.6 giga toneladas de CO2 en 2030.

Las razones por las que la industria de la fibra óptica recibirá un impulso en esta época, a pesar de que su uso comenzó en la medicina en los años 50 del siglo pasado, es que cumple con las exigencias de gran calidad y velocidad para el enorme consumo de datos actual y futuro. Además, la fibra, como tecnología TIC ecológica, puede contribuir al objetivo de neutralidad de carbono.

Las redes de fibra pueden reducir la huella de carbono y también mejorar la eficiencia energética de la industria. La banda ancha de fibra es una super plataforma hacia la autopista de la información y su desarrollo tiene un significado importante para la cobertura de la civilización en zonas remotas y la conectividad de banda ancha para todos. Por sí misma, esta demanda de transmisión de datos empuja a las empresas a innovar y ofrecer más soluciones basadas en el despliegue de fibra óptica para soportar el futuro de las exigencias en datos como: realidad virtual, inteligencia artificial, video en 4K, 8K, realidad aumentada, entre otros.


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