Hace seis o siete años, Kalett conoció este juego propiedad de Microsoft. Recientemente había entrado a la preparatoria y necesitaba un espacio para desestresarse y olvidarse de sus deberes, como todo adolescente. Fue un amigo quien lo introdujo a este mundo de posibilidades ilimitadas sin saber que se convertiría en una forma de vida.
“El mundo es tuyo”, “si puedes soñarlo, puedes construirlo”, son algunas de las frases con las que los creadores de Minecraft atraen a los gamers, y no es mentira; Kalett ha construído un sinfín de mapas ficticios, y otros tantos reales, entre los que destacan las réplicas de la Escuela Secundaria General Número Uno de Pachuca, las Torres Gemelas de Nueva York y el castillo de Peleş de Rumania.
Ingeniero en Animación y Efectos Visuales por la Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo (UPMH), Breker aprovecha sus conocimientos adquiridos en proporciones y backgrounds para dar un toque de realismo a sus obras. En proporción, su construcción más grande es la secundaria: para recrear cada rincón, invirtió 80 horas repartidas en dos semanas.
“Es algo chistoso, ¿sabes? La página de la escuela subió una imagen de alguien que creó el mapa. No quiero rebajar su trabajo, pero no se veía muy pro. Uno de mis amigos me escribió y me dijo: Te están retando, ¿eh? Y me enseñó la publicación. ¡Ah!, ¿quieres que yo lo haga? Y como no teníamos mucho qué hacer, lo hice”, cuenta.
Esa fue la secundaria de Kalett. Su construcción fue motivada por la melancolía. Él conocía los salones, el auditorio y el campo de béisbol, pero para lograr mayor exactitud, recopiló fotos, fotos y más fotos. “Encontré un video en YouTube que la misma secundaria subió en su 40 aniversario. Ahí utilizan drone”, revela. Una vez terminado el mapa, invitó a sus amigos y excompañeros a reunirse en su secundaria de manera virtual.
Cuando renderizó las imágenes y las publicó en sus redes, alguien comentó: “Deberían prohibir que las personas construyan cosas de la vida real, motivan al terrorismo”. Ese comentario fue inspiración para Kalett y construyó las Torres Gemelas, rascacielos que en 2001 fueron derribados en un ataque terrorista.
El castillo lo construyó para una amiga, a la que le encanta Peleş. Esta ha sido la edificación más laboriosa para él, ya que tiene muchos detalles. “Se lo regalé de cumpleaños”, comenta. “Tienes que tener el tiempo y la imaginación. Los que nos dedicamos a crear mapas, tenemos herramientas externas al juego, como World Edit; hay otros, pero ese es el más básico, el que muchos utilizamos”.
Está claro que Minecraft es más que un juego, se ha convertido en una realidad paralela en la que muchos juegan a ser dioses. “Una vez con mis amigos creé un servidor para jugar; es muy curioso porque se utilizan programas externos que se llaman plugins. Creas un código, le dices qué hacer a ese código y lo hace. Si yo tengo un plugin de animales, Minecraft lo interpreta y lo hace. Yo creo desde montañas hasta casas y árboles. Echas a volar tu imaginación y no tienes límites”, describe.
Punto de reunión
En las fiestas patrias de este año, llamó la atención como el municipio de Escobedo, en Nuevo León, convocó al tradicional Grito de Independencia a través de Minecraft, ante la imposibilidad de aglomerar personas frente al Palacio Municipal. Frente a una réplica exacta del edificio, el avatar de la alcaldesa Clara Luz Flores tocó la campana ante un grupo de ciudadanos virtuales.
Un sinfín de eventos como este han tenido lugar en este mundo abierto. Ante la pandemia de covid-19, Minecraft ha servido para unir personas de todo el planeta. En el caso de Kalett, este fue el medio con el que pudo mantenerse en contacto con sus amigos. “No nos veíamos desde hace meses. Lo que hice fue tomar un elemento que tuviéramos en común, les enseñé como descargarlo y ahí estuvimos un buen rato”, recuerda.
“Es una muy buena alternativa para convivir con tus amigos. No solamente te inmerges en este mundo, sino que cuando juegas en llamada es como si los tuvieras ahí de frente, contigo, porque los estás viendo, ves su skin, su avatar; estás conviviendo con ellos, los escuchas, ves cómo se mueven. Es una experiencia inmersiva”, agrega.
Así se reúnen muchos makers de todas las nacionalidades. Una vez, en un servidor, Breker conoció a su ídolo, la youtuber estadounidense Gemini Tay. “Hace cosas bonitas, mundos, edificios, construcciones, la sigo mucho. Jugué con ella pero nunca llegué a hablarle. Ella está en su mundo; a veces está en directo creando un video para YouTube, está ocupada. Nada más la vi de lejos y dije: Ahí está mi ídolo”.
Mundo virtual, dinero real
Kalett gana dinero construyendo en Minecraft. Una vez le pidieron hacer un mapa de combate de Star Wars, en el que cada isla representara un planeta de ese universo. “Fue monetizado, lo pagaron. Se gana bien”, afirma. “Mientras te dediques a eso al 100 por ciento, se gana bien”.
¿Cuánto se puede cobrar por un mapa? Depende del tiempo que se invierta y lo detallada que deba ser la edificación. “Cuando es algo pequeño o simple, lo puedes cobrar por hora”, sugiere. En su cuenta de Instagram @Kalett501, Breker sube imágenes de su trabajo. Para él es una forma de conectar con posibles clientes.
Pero más allá del dinero, Kalett disfruta del juego. “Si quieres pasar un rato agradable para ti mismo, es muy buena opción. Es para todos los gustos; si sabes programar, ahí puedes programar. Me llama la atención que este juego es recomendado en universidades, para su carrera de arquitectura”.
El ingeniero atribuye el éxito de Minecraft a su constante crecimiento. “Siempre tiene cosas nuevas, no se queda estancado, siempre nos da más opciones para crear e innovar. Es un juego que se adapta para todos, desde los que quieren construir, hasta los que quieren crear circuitos eléctricos. Conozco gente que ha hecho calculadoras”, se sorprende.