Google enfrenta un amargo cumpleaños 23 ante la Comisión Europea, pues este lunes se presentaron ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), ya que la empresa de Estados Unidos enfrenta una multa de 4 mil 300 millones de euros (cerca de 100 mil millones de pesos) impuesta por su sede en Bruselas en 2018.
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El motivo es que consideran que firmó contratos ilegales con los fabricantes de dispositivos Android (sistema operativo del Google es propietario), con la finalidad de fortalecer el dominio de su de por sí ya popular motor de búsqueda.
Desde este lunes y hasta el viernes, la Comisión Europea acusa a Google de haber firmado contratos con fabricantes de teléfonos móviles y con operadores de redes obligándoles a instalar el buscador Google Search y el navegador Google Chrome en los dispositivos Android, a cambio de cederles la licencia libre de su tienda de aplicaciones Play Store.
Argumentan que desde 2011 estos acuerdos han sido ilegales porque el objetivo de Google ha sido proteger y fortalecer la posición dominante que tiene en el mercado su motor de búsqueda de modo que no se busque mediante otro sistema y mantener así los ingresos que obtiene a través de la publicidad en línea.
Así inició el caso de Google con la Comisión Europea
Según la Comisión, la compañía se dio cuenta del cambio de hábitos de los consumidores a principios del siglo XXI, observando que el flujo de internet empezó a virar desde los ordenadores portátiles a los teléfonos móviles y en 2005 compró el sistema operativo Android, quizás el más usado hoy en día.
Desde entonces, ha seguido desarrollando el software, y según los datos de la Comisión, el 80 por ciento de los smartphones y las tabletas que se vendieron en 2018 en el Espacio Económico Europeo funcionaban con Android de Google.
Android es un sistema operativo de código abierto... y que constantemente está en actualizaciones que ofrecen a los fabricantes de dispositivos móviles y de los operadores de redes.
Supuestamente, dicho software no contiene ninguna aplicación preinstalada y los fabricantes deciden con qué apps quieren venderlos y cuáles pueden desistir de poner en ellos... sin embargo, consideran que esta práctica no se lleva tan al pie de la letra.
Google alega que la mayoría de estos los ofrecen con su tienda de aplicaciones Play Store para llegar a más clientes. Asimismo, a cambio de cederles la licencia gratuitamente, los obliga a instalar las herramientas de Google Search y Google Chrome para obtener ganancias por el desarrollo de un software libre.
Sin embargo, el argumento no parece válido ante la comisión, ya que considera que la empresa ya obtiene ingresos anuales de miles de millones de dólares sólo con la instalación de la Play Store, lo que va en contra de la competencia.
Además, alega que al tener ya un buscador instalado, los usuarios tienen menos incentivos para descargar uno nuevo, hasta el punto que en 2016, más del 95 por ciento de las búsquedas en los dispositivos Android con Search y Chrome se realizaron a través del servicio de Google y no de cualquier otro motor de búsqueda.
Google se defiende diciendo que es más fácil instalar una aplicación móvil que acceder a un navegador y utilizar un motor de búsqueda, actualmente se descargan 300 millones de apps diarias a través de la Play Store y alegan que si los usuarios optan por los servicios de Google es porque los consideran eficientes.
“No hay nada ilegal en cualquier empresa que pretenda, como hizo Google, aumentar su cuota de mercado mediante la competencia en los méritos”, dijo ante el tribunal Meredith Pickford, abogado de Google.
Este argumento lo contrarrestó Thomas Vinje, abogado que ya se opuso a Microsoft, quien declaró a EFE: "Están forzando estos productos y es algo completamente ilegal bajo la ley europea de competencia".
"Google puede decir que ofrece Android gratuitamente, pero alguien acaba pagando el precio de la conducta monopolística de Google", dijo.
Desde octubre de 2018 Google ofrece licencias separadas para Google Search y para Google Chrome, a la espera del fallo del TJUE.
Pero esto es lo único
Por si esto fuera poco, acusan a Google de haber pagado a los fabricantes de dispositivos móviles para que no instalaran buscadores de otras compañías.
Google asegura que puso fin a estos contratos en 2014 y argumenta que solo representaban un 5 por ciento de su cota de mercado y subraya aún así, sus rivales podrían haber firmado acuerdos similares.
En su investigación, Bruselas estudió también si los dispositivos de Apple suponen una competencia real a los de Android y llegó a la conclusión de que no es así, en parte porque el precio de los primeros es superior al de los segundos, por lo que pueden no ser accesibles para una parte de los consumidores.
En cambio, Google asegura que el 89 por ciento de los entrevistados durante la investigación respondieron que Apple y Android "compiten intensamente".
En total, la Comisión Europea ha impuesto a Google multas por valor de más de 8 mil 200 millones de euros... y parece ser que esto no va a parar aquí mientras continúe el poder del consumo masivo de la 'gran G'.
caov