Desde consejos de moda hasta tutoriales, ver videos en la red es una actividad que va más allá de darle play, es una fuente de trabajo para jóvenes creadores.
La invasión de la industria digital en la cotidianidad se encuentra más presente de lo pensado. La manera en que se consumen diversos artefactos de entretenimiento se rige no sólo por la creatividad de sus autores, sino por el interés de las marcas que han optado por mudar sus estrategias de los medios tradicionales hacia el mundo virtual.
A pesar de que las plataformas digitales, ya sea Facebook, Instagram y ahora el monstruo de Tik Tok no han dejado de mutar a lo largo de la última década, las reglas del marketing no cambian, una campaña exitosa se vale de un cliente, el producto y una audiencia. Lo único que cambia es la plataforma de consumo.
El sitio YouTube, parte del conglomerado internacional de Google, se transformó de su versión inicial para convertirse en un canal con una amplia gama de creadores de contenido (llamados socios) para cualquier audiencia y es así que entre más minutos se inviertan, más comerciales son vistos y mayor redituable es para ambas partes.
Estilo de vida y algo más
Desde hace ocho años, el gomezpalatino Luis Armendáriz Pérez, quien estudió la carrera de mercadotecnia, maneja su canal en YouTube (@LuisArmendariz), con el que está a sólo mil suscriptores de llegar a 500 mil.
En sus videos, grabados y producidos por él mismo, da consejos de moda y estilo de vida, ambos aderezados de una contagiosa naturalidad.
“Desde que era joven me ha gustado compartir todo lo que sé con los demás. En el año 2010 fue cuando comenzó el rollo de vloggers y Youtubers, pero lo que hacían eran puros videos de comedia”.
Al igual que la mayoría de la generación millennial, YouTube se popularizó en México junto al nombre de Werewertumorro, un joven estudiante de comunicación que se apoderó de la plataforma para provocar risas a través de millones de reproducciones.
Es así que la generación que ahora produce o sube videos a la plataforma, aprendió de sus antecesores para obtener los beneficios posibles.
“Me pareció increíble lo que hacía Werevertumorro y al mismo tiempo siempre he estado muy interesado en la moda, a pesar de que no estaba bien visto que un hombre le diera importancia a cómo se veía”.
Crecer junto a la plataforma
En su momento, la tendencia era grabar videos sobre retos y bromas, elementos que Luis agregó a su canal y la respuesta fue casi inmediata, ya que en menos de cuatro meses logró ganar cerca de mil suscriptores, cantidad que aunque podría parecer menor, es un reto complejo de seguir.
Seis meses después llegó a 10 mil seguidores y un año más tarde a 100 mil. Con mayor seguridad, el joven lagunero se entregó a su esencia y desarrolló el estilo que definiría su canal y su persona: mostrar outfits y hablar de moda. Actualmente trabaja desde su propio estudio en Gómez Palacio, un lugar que fue creando desde el primer día.
“Al principio ni mis papás sabían lo que hacía, no fue hasta que llegué a los 100 mil que les compartí mi trabajo y fue cuando decidí hacer el cambio del canal a la moda y estilo de caballeros. Así ganaba de 30 0 40 seguidores por día. Fue un cambiazo para mí”.
Pero no todo son números que conforman el algoritmo, Luis desafía a los tabúes y estereotipos de la sociedad mexicana al abordar temas que abiertamente no son reflejados en espacios de y para hombres.
“Todos los días recibo comentarios de chavos o señores que me dan las gracias por los consejos de moda que ven en mis videos. Sentí que mi objetivo se cumplió al cambiar esos pensamientos”.
Los mercados no se quedan quietos
“Tal vez nuestra generación prende la televisión sólo una vez al mes para ver un partido de futbol”, explica Andrea Ramos, quien trabajó como locutora de radio en Torreón y que hoy es directora de operación de la agencia de influencers Puro Brete en la Ciudad de México.
Su labor es conectar a los jóvenes con mayor presencia en redes sociales, ya sea YouTube, Instagram o Facebook con marcas que desean realizar activaciones de sus productos. “Esto funciona como una maquinaria.
Las marcas como Coca Cola, Sabritas o Dove, entre otros, nos piden perfiles con sus características. Nos basamos en lo que buscan y les mandamos cinco planes que puedan funcionar para su campaña. Si dicen que sí se hace el contacto con el talento y el contenido aparece en sus redes sociales”.
Andrea supervisa que el objetivo del cliente se coordine con el contenido que promueve el influencer y de esta manera la colaboración cumpla con las expectativas de ambos.
“Asistimos a llamados de comerciales y a sesiones de fotos para supervisarlas”.
Sin embargo, estas campañas siguen siendo una extensión de activaciones mayores de productos que se conforman de manera integral, es decir espectaculares, anuncios y más contenido fuera del Internet.
Para llegar a un tabulador de negocios, explica Andrea, se pasa por varios filtros, uno de ellos es el número de seguidores, lo cual se traduce en mayor alcance con el público.
“Con este número uno puede jugar mucho: hay varios tipos de influencers, el micro, el macro y las celebridades. Cada uno cumple con ciertas características”.
Los micro (de 10 a 50 mil seguidores) muestran una mayor conexión con su comunidad, por lo cual es más efectivo para obtener un estimado de compra, pero si lo que se busca es mostrar un accesorio, se acude a los creadores con más de un millón de seguidores. Cada uno es importante dependiendo del resultado que desean crear las marcas.
Una opción para la pandemia
“Este es un proyecto de cuarentena”, explica Ángel Cruz, quien se mueve en YouTube, Instagram y Twitch como @TheSolidAngel, quien cubre un perfil cada vez más explorado en las plataformas, el de los videojuegos (gamers).
Ángel invirtió en un micrófono, un repetidor de video y claro, en videojuegos. Su contenido consiste en compartir sus horas de juego y crear comunidad con otras personas que usan las mismas consolas.
Últimamente, el joven creador lagunero alterna sus gameplays con vlogging, es decir, compartir sus crónicas visuales junto a narraciones grabadas de episodios cotidianos. Los últimos son de los partidos del Santos Laguna.
Aunque su proyecto comenzó para diversificar su tiempo, ha logrado formar una disciplina de subir de uno a cuatro videos por semana, una forma de trabajo que llega a simplificar con la experiencia.
El fervor de trabajar en YouTube ha obligado a que la empresa de Google modifique sus reglas de uso, por lo que a partir del 1 de junio, los pequeños creadores, serán quienes reflejen la mayor cantidad de anuncios sin que se les remunere por eso.
Glosario para trabajar en Internet
- Influencer: Persona con presencia e influencia de marca en sus redes sociales.
- Monetizar: Traducir ganancia económica a través de su contenido en redes.
- Vlogger: Persona que produce diarios visuales.
- Engagement: Conexión o alcance de los influencers con sus seguidores.
Plataformas más redituables
- YouTube: Canal de contenido que se monetiza cuando el socio cumple con más de cuatro mil horas de reproducción públicas válidas en los últimos 12 meses y tener más de mil suscriptores.
- Instagram: Plataforma visual que funciona para conectar marcas con usuarios de manera orgánica.
- Twitch: Red social especializada para chatear y ser parte de partidas de videojuegos. Habilita la opción para donar dinero a partir de los 50 seguidores.
- Tik Tok: Plataforma de videos cortos y que desde la pandemia multiplicó su valor y usuarios activos a nivel mundial.
CALE