Pável Dúrov, héroe popular y pesadilla de los gobiernos

The New York Times

Creó Telegram para garantizar la libre de expresión, pero la plataforma atrajo a terroristas, traficantes de armas, narcos... y ese es justo el motivo de su captura en Francia.

Pavel Durov, fundador de Telegram, en 2014. “En última instancia, la privacidad es más importante que nuestro miedo | Jim Wilson/ The New York Times
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Hace más de una década, cuando Rusia presionó a Pável Dúrov para que cerrara las páginas de políticos opositores en una plataforma similar a Facebook que había creado, el empresario tecnológico respondió en línea publicando una descarada foto de un perro con capucha y la lengua de fuera: “Respuesta oficial a los servicios de inteligencia por la petición de bloquear grupos”, escribió sin disculparse.

Trece años después parece que su postura antisistema ha vuelto a meterlo en líos con las autoridades. El sábado fue detenido en Francia en el marco de una investigación sobre actividades delictivas en Telegram, la herramienta de comunicación en línea que fundó en 2013 y que se había convertido en una plataforma mundial definida por su política de no intervenir en el comportamiento de los usuarios.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se refirió el lunes a la detención de Dúrov y dijo que el país estaba “profundamente comprometido con la libertad de expresión”, pero que “en un estado de derecho, las libertades se defienden dentro de un marco legal, tanto en las redes sociales como en la vida real”.

Esta detención ha desencadenado una tormenta, convirtiéndolo en un héroe popular entre quienes se preocupan por la libertad de expresión y la censura gubernamental, especialmente a medida que el escrutinio de los contenidos en línea ha aumentado en todo el mundo.

Elon Musk, propietario de la red social X, y Edward Snowden, el contratista de inteligencia estadounidense que huyó a Rusia tras revelar información clasificada, fueron algunos de los que salieron en defensa de Dúrov. La etiqueta #FreePavel se extendió en X, mientras se debatía sobre la turbia intersección entre tecnología y libertad de expresión.

El domingo, Telegram compartió un comunicado en el que establece que respeta las leyes de la Unión Europea: “Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma”.

Durante mucho tiempo, Telegram se ha sustentado en el espíritu antiautoritario y el compromiso con la libertad de expresión de su propietario. Dúrov, de 39 años, es un devoto optimista de la tecnología con un don para trolear a las autoridades en línea, y ha dicho que cree firmemente que los gobiernos no deben censurar lo que la gente dice o hace en internet.

Esta máxima ha hecho que Telegram se convierta en una popular aplicación de chat para rusos, iraníes y otras personas que viven bajo gobiernos autoritarios. Pero el enfoque de Dúrov a la hora de vigilar la plataforma también ha atraído a terroristas, extremistas, traficantes de armas, estafadores y narcotraficantes.

El secreto prevalece sobre una vigilancia estrecha de la expresión en línea, dijo. “En última instancia, la privacidad es más importante que nuestro miedo a que ocurran cosas malas, como el terrorismo”, publicó en 2015.
“Para ser verdaderamente libre debes estar dispuesto a arriesgarlo todo por la libertad”, escribió Dúrov en 2018 como leyenda de un retrato suyo publicado en Instagram en el que aparecía a caballo en el desierto.¿

En sus cuentas de las redes sociales, muestra un estilo de vida ecléctico. En una publicación reciente afirmó que había engendrado más de 100 hijos biológicos en 12 países como donante de esperma en los últimos 15 años. Dijo que compartía la información para ayudar a desestigmatizar el tema, añadiendo que donó esperma por primera vez para ayudar a un amigo que luchaba contra la infertilidad y que planeaba “abrir la fuente” de su ADN.

Su mayor prioridad es Telegram. En 2014 abandonó Rusia en medio de un creciente escrutinio por parte de sus servicios de seguridad y finalmente se trasladó a Dubái, donde dijo que el gobierno no interferiría en su negocio. Desde entonces se ha enfrentado a Apple y a los principales gobiernos por el control de los contenidos. Telegram ha padecido prohibiciones temporales o permanentes en 31 países, según Surfshark, un fabricante de software VPN utilizado para evitar bloqueos de internet.

En una entrevista con Tucker Carlson emitida en abril, Dúrov acusó al FBI de intentar contratar a un programador de Telegram para que EU pudiera acceder a los datos de los usuarios. Durante la entrevista, una de las pocas que ha concedido en años, mostró dos esculturas de sillas, una cubierta de cuchillos y la otra con falos, en aparente alusión a un chiste ruso sobre las cárceles. El FBI no respondió a una solicitud de comentarios.

Mente provocadora

Nacido en 1984 en la Unión Soviética, Dúrov se trasladó con su familia al norte de Italia cuando tenía cuatro años. Su hermano, Nikolái, un genio de las matemáticas que llegó a ser director de tecnología de Telegram, apareció en la televisión italiana resolviendo ecuaciones cúbicas. A principios de los 90, tras el colapso de la Unión Soviética, regresaron a San Petersburgo, donde Pável y Nikolái participaron en concursos juveniles de matemáticas y programaban en una computadora IBM que la familia había comprado en Italia.

En la universidad de San Petersburgo, un amigo le mostró una primera versión de Facebook, fundada por Mark Zuckerberg. Inspirado, Dúrov se propuso crear su versión. Vkontakte, un servicio que creó en 2006 y dominó Rusia en pocos años. También atrajo la atención del Kremlin, que exigió información sobre los usuarios de Vkontakte.

Dijo que creó Telegram para que fuera una manera más segura de comunicarse después de que las fuerzas de seguridad rusas se presentaran en su apartamento en 2011. Dúrov, quien seguía dirigiendo Vkontakte mientras creaba Telegram, aseguró que el gobierno le había dado un ultimátum: entregaba los datos de los usuarios de Vkontakte o perdería el control de la empresa y tendría que irse del país. “Elegí esta última opción”, dijo.

En un mensaje publicado en Telegram tras la detención de Durov este fin de semana, Dmitri A. Medvédev, ex primer ministro ruso, sostuvo que Dúrov “quería ser un brillante hombre de mundo que vive bien sin patria”, pero “calculó mal”. Sin embargo, Durov siempre será ruso, escribió Medvédev, y “por lo tanto impredecible y peligroso”.

En ocasiones su postura antigubernamental se volvió oscura. En 2013 manejaba un Mercedes en San Petersburgo cuando atropelló a un policía ruso, mientras huía de un control de tráfico después de conducir por la acera para evitar un atasco, según un ex empleado de Telegram y un informe de inteligencia del Kremlin visto por The New York Times. Luego del incidente, Dúrov escribió en su página de Vkontakte: “Cuando atropellas a un policía es importante adelantar y retroceder para que salga toda la pulpa”, según el informe.

En un incidente documentado en 2012, Dúrov y otros empleados de Vkontakte arrojaron cientos de rublos doblados como aviones de papel desde la ventana de las oficinas de la empresa en San Petersburgo, lo que provocó una pelea callejera.

Desde que se fue de Rusia, el empresario ha tenido una vida itinerante y siempre está rodeado de ingenieros de Telegram. Según dijeron algunas personas que fueron sus empleados, cambia de ubicación cada pocos meses. Ha pasado tiempo en Barcelona, Bali, Berlín, Helsinki y San Francisco, aunque convirtió a Dubái en la sede formal de Telegram. Sigue siendo un líder de ingeniería, a menudo obsesionado con las características de la aplicación a expensas de ganar dinero o moderar la actividad criminal, dijeron antiguos empleados.

Dúrov tiene la nacionalidad de Emiratos Árabes Unidos y de Francia, según Telegram. Aunque viaja en jet privado, ha dicho que evita comprar cosas, manteniendo cientos de millones de dólares en su cuenta bancaria y en bitcóins para asegurarse de que puede ser libre. Bloomberg ha estimado su patrimonio neto en más de 9 mil millones de dólares.

“Prefiero tomar decisiones que influyan en cómo se comunica la gente, que elegir el color de los muebles de la casa”, dijo en la entrevista con Carlson.

Telegram ya se acerca a los mil millones de usuarios en todo el mundo, lo que la hace más grande que X; funciona como una aplicación de mensajería, similar a WhatsApp o iMessage, pero también alberga grupos de hasta 200 mil usuarios y tiene funciones de difusión que ayudan a que las personas y organizaciones compartan opiniones con audiencias aún mayores. El servicio es muy popular en Ucrania, Brasil, Indonesia, India y Rusia.

A medida que se disparaba el uso de Telegram, la ligereza con que Dúrov vigilaba los contenidos generó críticas. Legisladores, fuerzas de seguridad e investigadores dijeron que la aplicación se había convertido en un refugio para la desinformación, la propaganda terrorista, el extremismo de la ultraderecha, el tráfico de drogas, la pornografía infantil y la venta de armas.

A lo largo de los años, Telegram ha retirado algunos contenidos, como material de abusos sexuales a menores o mensajes explícitamente dirigidos a incitar a la violencia. Pero, a menudo, las autoridades se han visto frustradas por la falta de cooperación de su propietario. Otros han planteado la preocupación de que Telegram mantenga vínculos con el gobierno ruso, que levantó una prohibición del servicio en 2020. 

Los expertos en seguridad también han advertido que la herramienta, que no utiliza los mismos estándares de cifrado que aplicaciones como Signal, no es tan segura como dice la compañía.

Frente a la justicia

El 26 de agosto, la fiscalía francesa dijo que Dúrov fue detenido en el marco de una investigación iniciada el mes pasado por delitos relacionados con pornografía infantil, fraude, tráfico de drogas y blanqueo de dinero. Las autoridades francesas señalaron la falta de cooperación de Telegram con las fuerzas del orden. Fue puesto bajo custodia de las autoridades, una situación que podría prolongarse hasta el miércoles.

Durante años, evitó en gran medida el escrutinio público al que se enfrentaban sus colegas de Silicon Valley. Mientras que Zuckerberg, Sundar Pichai, de Google, y Shou Chew, de TikTok, han sido llamados a declarar ante el Congreso, Dúrov y sus ingenieros mantenían y actualizaban Telegram mientras se desplazaban. En una ocasión lanzaron una actualización del producto desde un barco en el sudeste asiático que solo tenía conectividad limitada, aseguró un ex empleado.

En Instagram publica de vez en cuando algunas fotos de un estilo de vida idílico, hecho para las redes sociales. Aficionado al ejercicio, anima a sus seguidores a no beber alcohol y ha publicado fotos suyas sin camiseta.

Junto a una foto reciente en la que se sumerge en un baño helado, cita a Marco Aurelio: “Un hombre debe mantenerse erguido, no que otros lo mantengan erguido”. En otra publicación en la que tampoco usaba camiseta, participó en un juego llamado #PutinShirtlessChallenge, para burlarse de las publicaciones en línea del líder ruso en las que aparecía sin camiseta.
“Si eres ruso tienes que unirte a #PutinShirtlessChallenge (o enfrentarte al olvido). Dos reglas de Putin: no Photoshop, no músculos hipertrofiados. De lo contrario no eres un alfa”,escribió.

En junio Dúrov habló de sus planes para el verano. Mientras otros estaban de vacaciones, él dijo que viajaría a Asia Central, donde Telegram era popular, para aprender cómo se usaba allí.

Sin embargo, dijo que Francia estaba en su mente.

Hace más calor en Dubái y mis amigos se van a sitios elegantes como el sur de Francia. Como francés, estoy de acuerdo en que Francia es el mejor destino de vacaciones”, anotó.

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c.2024 The New York Times Company


  • Paul Mozur
  • Es corresponsal de tecnología global de The New York Times, con sede en Taipei. Anteriormente escribió sobre tecnología y política en Asia desde Hong Kong, Shanghai y Seúl. Formó parte del equipo que ganó el Premio Pulitzer 2021 al servicio público por la cobertura de la pandemia de coronavirus.

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