Robótica, un pretexto para la socialización de chicos con autismo

Reportaje

La Escuela de Robótica Incluyente Edu STEAM, la cual es parte de la Universidad La Salle, evidencia cómo su taller logra resultados inesperados en niños y jóvenes.

La pandemia no ha detenido el trabajo que realizan en el equipo. (Rolando Riestra)
Gabriela Vázquez
Torreón, Coahuila /

De regreso a casa, el chico no paró de hablar a su madre de su clase de robótica y fue hilando una conversación como jamás se escuchó de sus labios, era hasta entonces muy difícil que compartiera verbalmente alguna de sus emociones. Enfrenta autismo, y en él se reflejan algunos de los logros más importantes de la Escuela de Robótica Incluyente Edu STEAM. 

El taller se ha convertido en una excelente estrategia de intervención en habilidades de socialización de personas con autismo, con el paso de unos 70 alumnos desde su creación, la escuela auspiciada por Universidad La Salle Laguna, evidencia cómo aprendizajes STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas, por sus siglas en inglés) logra resultados inesperados en niños y jóvenes. 

“La robótica es solo un pretexto”, dice sin titubear Gerardo González Adame, coordinador STEAM en el Instituto Francés La Salle y líder del proyecto. Sabe que uniendo bloques lo que más están trabajando es la parte psicosocial de sus alumnos, de niños y jóvenes que llegan ‘enganchados’ por la tecnología, pero que en breve tiempo estarán interactuando con sus compañeros como no lo habían hecho antes. 

En el mundo uno de cada 160 niños presenta condición de autismo, según la Organización Mundial de la Salud, y aunque en México no hay datos exactos se estima que alrededor de 6 mil 200 personas nacen cada año con esa condición. El equipo ha participado en dos ocasiones en competencias de robótica FIRST y ha logrado pasar a fases nacionales, sus alumnos se seleccionan tras entrevistas que comprueban un genuino interés en la tecnología. Las clases son sin costo, como facilitadores asisten alumnos de preparatoria de La Salle. 

Los equipos han participado en torneos internacionales de robótica. (Rolando Riestra)

Trabajo en equipo a distancia

Con los bloques los chicos trabajan en grupo, así que el reto inicial es comprender que no hay piezas personales, sino que el material es para todos, deben asumir que si han tomado un bloque que requiere alguno de sus compañeros es buena idea compartirlo, más aún, que es necesario exponer el trabajo que se realiza, eso implica hablar y expresarse ante los demás. 

Actualmente el grupo de alumnos está formado por 50 personas de 4 a 22 años de edad, en su mayoría chicos verbales con condición autista pero también incluye personas neurotípicas, unos 30 asistentes han logrado pasar de clases presenciales a sesiones remotas.

El distanciamiento social tampoco los ha frenado, quienes no están en clase digital es por falta de equipo en casa. En La Salle decidieron implementar la robótica desde casa, era un desafío al saber que del otro lado de la pantalla están alumnos con Espectro Autista, pero los resultados son alentadores. 

Ahora trabajan con la herramienta six bricks que plantea que seis cubos arman millones de combinaciones y da la posibilidad de ensamblar desde una plataforma virtual. Sin embargo, el mayor logro de la Escuela de Robótica Incluyente Edu STEAM, deja en claro Gerardo González, es incidir en la socialización de sus participantes, en crear amistades, en derribar barreras y elevar su capacidad de expresarse.

La experiencia desde casa

Silvia Romero Adame es fundadora la asociación Unidos por el Azul que impulsa una cultura de vida inclusiva en la sociedad lagunera, y que de manera especial promueve el respeto a los derechos de las personas con discapacidad. 

Su hijo, Óscar, impulsó a Silvia a buscar información documental y verbal de especialistas en autismo desde hace 19 años, le tocó enfrentar posiciones cerradas de educadores que no aceptaban que alumnos con discapacidad se ubicaran en pupitres en aulas regulares. Hoy existe una legislación que prohíbe visiones tan reducidas y nocivas. Han pasado 19 años y aunque el ambiente en torno al Espectro Autista se ha modificado, ella sabe que no es suficiente y que los verdaderos espacios educativos inclusivos son muy pocos, por ello valora profundamente los esfuerzos de la Escuela de Robótica de La Salle Laguna.  

Concurso de robótica. (Martín Piña)

Como madre, sabe que la condición reduce las posibilidades reales de niñas y niños de hacer amigos, que llegan a clases sintiendo miradas sobre su comportamiento. A los pequeños les cuesta llegar a su salón de clases y socializar con sus compañeros y justo ahí, es donde Silvia ha comprobado las enormes oportunidades que la robótica ofrece. 

Óscar, hoy de 19 años de edad, llega a su clase de robótica con alegría, con la emoción de ver a sus amigos, sabiéndose aceptado, y con ello, se desatan habilidades de comunicación sumamente valiosas para las personas con autismo. Entre sus anhelos está el que otros centros de educación superior de La Laguna abran puertas para trabajar con niños y jóvenes con autismo y con otro tipo de discapacidades de forma constante, con un sello que marca que la robótica se enseña desde el corazón. 

El Dato.

Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Los TEA, comúnmente llamados “autismo”, son un grupo de trastornos complejos del desarrollo.

Se caracterizan por dificultades en la interacción social y la comunicación, así como por intereses y actividades repetitivas y restringidas, son retos también las áreas de integración sensorial y conducta.

La OMS estima que el autismo a nivel mundial es de 1/160, sin embargo existen variaciones entre las cifras de estudios en el mundo. 

La CDC (Centers for Disease Control and Prevention), actualmente maneja la cifra de 1 caso de autismo por cada 68 nacimientos. (Fuente: Fundación Teletón).

RCM

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