Las famosas ‘cookies’, que están en el centro del debate actual sobre la protección de la privacidad en internet, nunca fueron concebidas como herramientas de espionaje digital, dijo Lou Montulli original inventor de éstas.
El ingeniero y empresario creador de las ‘cookies’ originales declaró que éstas tenían la intención de facilitar la vida en línea al permitir que los sitios web recordaran a los visitantes.
Sin embargo, la tecnología ha cambiado al ayudar a las empresas digitales a recopilar datos sobre los hábitos de los consumidores, algo clave para el negocio de anuncios web, que genera muchos miles de millones de dólares al año.
"Mi invento está en el corazón tecnológico de muchos de los esquemas publicitarios, pero yo no tenía la intención que así fuera", dijo Montulli, quien creó las cookies en 1994, cuando era ingeniero en Netscape.
Al hablar sobre su invento, Montulli dijo que los fragmentos de software que permiten que un sitio web reconozca a las personas ayudaron a permitir que fueran posibles funciones como inicios de sesión automáticos, o recordar el contenido de los carritos de compras de comercio electrónico.
Sin las llamadas cookies "de origen", que también utilizan los sitios web para interactuar directamente con los visitantes, cada visita de un internauta sería considerada como la primera.
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¿Cuál es el verdadero problema con las ‘cookies’?
Montulli señaló que los problemas provienen de las llamadas cookies de ‘terceros’, las generadas por sitios web y almacenadas en los navegadores de los visitantes, y de las redes publicitarias que agregan datos de esos fragmentos.
"Los anuncios personalizados solo son posibles gracias a la colusión entre numerosos sitios web y una red publicitaria", argumentó.
El papel de la publicidad con las cookies…
Los sitios web comparten datos de actividad con redes publicitarias, que luego los utilizan para orientar publicidades según los gustos de cada usuario.
Si un sitio recopila información personal, como un nombre o una dirección de correo electrónico, es posible que estos datos se filtren y que se encuentre un navegador asociado a una persona.
Dijo que una posible respuesta sería dejar de orientar los anuncios y comenzar a cobrar suscripciones por servicios en línea, que funcionan con ingresos por publicidad en línea.
Montulli también apoya la eliminación gradual de las cookies de terceros, pero advirtió que deshacerse por completo de los fragmentos de software llevaría a los anunciantes a emplear tácticas más sigilosas.
"La publicidad encontrará la manera" de adaptarse, dijo. "Se convertirá en una carrera armamentista tecnológica; considerando los miles de millones de dólares en riesgo, la industria publicitaria hará lo que sea necesario para mantener las luces encendidas".
Desactivar las cookies de terceros también podría castigar involuntariamente a los sitios web pequeños al excluirlos de los anuncios dirigidos que generan dinero, dando aún más poder a los gigantes tecnológicos como Apple, Google y Meta, matriz de Facebook.
"Realmente no se podría usar la web sin cookies", dijo. "Pero vamos a tener que encontrar más matices sobre cómo se usan en la publicidad".
¿Qué son las cookies?
Son pequeños archivos que los sitios web envían a tu dispositivo para monitorearte con el fin de que ellos puedan recordar cierta información sobre ti.
Hay diferentes tipos de cookies como las que pertenecen al mismo sitio y hacen que recuerdes lo que está en tu carrito de compras y no se te olvide o bien tus datos para iniciar sesión. Así como las cookies externas que sirven para recopilar tu información y venderla a compañías que se dedican a la publicidad, es así como después los anuncios te siguen por todo internet.
MFRC