Llegar al Apple Park es, en sí mismo, una experiencia. El lugar que fue inspirado por las memorias de Steve Jobs es un espacio que representa a la perfección todas las cualidades que han hecho de Apple la marca que es hoy en el ámbito mundial.
Pero este día era diferente. Los rumores estaban a todo lo que daban, y en este contexto usualmente no sería necesaria más que la presencia de Tim Cook, CEO de Apple, para lograr el efecto de star power. Pero, más allá de las revelaciones relacionadas con finanzas y noticias, lo que sucedió ayer no tuvo precedentes.
Muchos habíamos escuchado sobre la probable presencia de Spielberg en el evento, pero nada se había confirmado. Así que cuando Steven apareció para contarnos que haría equipo con Apple para recrear el show que lo enamoró de la ciencia ficción, Amazing Stories, gran parte del público asistente al Auditorio Steve Jobs se puso de pie.
Eso fue solo el principio de los contenidos televisivos originales que se dieron a conocer esa mañana. Apple TV+, uno de los servicios que se presentaron, no solo reunirá muchos de los contenidos más vistos del mundo —desde HBO y Showtime hasta deportes—, sino que empezará a producir programas con algunos de los más grandes nombres que hay para atraer suscriptores.
Cada vez que se apagaba la luz se esperaba algo más grande —algo difícil cuando empiezas con Spielberg—, de modo que la aparición de Jennifer Aniston, quien junto con Reese Witherspoon presentó su programa The Morning Show, y de Jason Momoa con Alfre Woodard, generó aplausos instantáneos
Las combinaciones sorprendentes no terminaron ahí: por ejemplo, J.J. Abrams hizo equipo con la cantante Sara Bareilles. Pero sin duda el gran cierre fue Oprah Winfrey, quien no solo anunció dos documentales sino también su regreso a la promoción de su club de lectura.
Todo ello demuestra que, al decidir entrar con todo a la guerra de los contenidos, Apple esta buscando sinergias y los nombres más poderosos para hacerle frente a la competencia.