Una mirada hacia la Cuarta Revolución Industrial

65 por ciento de los mexicanos encuestados cree que la tecnología podría reemplazar a personas en los trabajos.

El gobierno federal y el sector educativo son consideradas las esferas con menos desarrollo tecnológico.
Luis Durán
Ciudad de México /

En el debate sobre el impacto de la llegada de la Cuarta Revolución Industrial (4RI), se enfrentan principalmente dos visiones: la de los optimistas, que auguran que la nueva era tecnológica tiene el potencial de elevar los niveles de ingreso globales y mejorar la calidad de vida de poblaciones enteras, y los pesimistas, quienes alertan que este proceso de transformación no hará sino acentuar la desigualdad en la distribución del ingreso y traerá consigo toda clase de dilemas de seguridad geopolítica. Ante este debate, el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (COP) realizó un estudio cualitativo y cuantitativo a profundidad para conocer la percepción de la población, así como la opinión de los expertos, sobre los cambios que se avecinan con este proceso.

Los expertos entrevistados sostienen que México cuenta con elementos a su favor que le permiten enfrentarse a los retos que trae consigo la 4RI: bono demográfico joven, cercanía con Estados Unidos, costos energéticos competitivos, una amplia red de tratados comerciales, un crecimiento del sector tecnológico, y un aumento en las estrategias de digitalización.

Con la llegada de la Cuarta Revolución Industrial, los expertos enfatizan que las políticas de educación y capacitación deben ser rediseñadas para ofrecer nuevas habilidades para que los países aprovechen las oportunidades emergentes. A medida que los países se conecten cada vez más y participen en procesos de producción más complejos, es importante satisfacer las cambiantes necesidades de habilidades para garantizar que más personas puedan acceder a puestos de trabajo, que probablemente serán cada vez menos rutinarios y cognitivos.

Al preguntar a los encuestados qué acciones debería llevar a cabo México ante los cambios tecnológicos, el mayor porcentaje respondió que se debería capacitar al personal en el uso de nuevas tecnologías (62 por ciento). Para ello, consideran que debe de haber una mayor inversión en el desarrollo de habilidades avanzadas relacionadas con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como la programación de software y la codificación, o habilidades complementarias en ingeniería, ofrecidas de forma inclusiva para garantizar que las mujeres y los hombres puedan beneficiarse de estas oportunidades.

Dentro de las dificultades para la implementación de la 4RI en México, identificadas por los expertos, se encuentran las restricciones técnicas de la tecnología que limitan su utilidad y hacen que el costo de entrada para los productores más pequeños sea inasequible. Asimismo, señalan que el análisis de datos y el entendimiento del internet de las cosas puede representar un obstáculo si no se sabe qué información se quiere obtener y cómo utilizarla.

No cabe duda de que los mexicanos somos optimistas. Para los encuestados el panorama que enfrenta el país en el campo tecnológico es positivo: 69 por ciento de los entrevistados considera que en las próximas dos décadas la situación va a mejorar. Resulta alentador también que 73 por ciento de los encuestados afirma estar muy interesado o interesado en conocer sobre temas de tecnología. Sin embargo, hay una importante brecha por edad y escolaridad en estos resultados. Entre más joven y mayor escolaridad, demuestran un mayor interés en temas de tecnología, con diferencias que van de 46 por ciento para quienes tienen estudios de nivel básico hasta un 89 por ciento para aquellos con estudios de posgrado y, por edad, con diferencias de hasta 40 puntos porcentuales entre los adultos jóvenes y aquellos mayores a 55 años.

Sin lugar a dudas, la llegada de esta nueva era tecnológica trae consigo enormes oportunidades, pero también puede tener un impacto significativo en acentuar las desigualdades entre la población. Es por ello necesario escuchar y comprender las distintas visiones y perspectivas, y que el Estado y el sector privado implementen estrategias integrales e incluyentes, para con ello asegurar que todos los sectores de la población tengan el tiempo y los medios para prepararse y adaptarse adecuadamente a estas transformaciones.

*Presidente y Director General de Laureate México y de UVM, Presidente de la Comisión de Educación de Coparmex.

Twitter: @LuisEDuran2

Página: Centro de Opinión Pública de UVM

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